El camino de la simplicidad
Con respecto al aburrimiento quería dejaros mi pobre observación. Nos aburrimos de tratar de que el otro u otra sea un poco como nosotros. Nos separa el decir ¡es que somos muy diferentes! No lo queremos intentar más, simplemente nos aburre el continuo tirar y jalar, nos enfurece que no decida como nosotros o sus reproches vengan dados cuando menos te lo crees; porque así no tendría que haber pasado. Si yo creo esto por qué mi pareja cree o piensa diferente.
Entonces solemos buscar la persona que más se parece a nosotros. Aquella con la que compartimos al cien por cien todos nuestras aficiones e intereses. Con la que coincidimos en todo lo que nos ocupa e importa; que asiente cuando esta de acuerdo. Y, como es sencillamente igual que nosotros, pues asiente en todo. Que curioso, si visto así las relaciones personales son más fáciles que la tabla del uno, pero vacías también de contenido y emociones.
Un prestigioso psicólogo determinó en el 2002 que las personas solemos buscar como pareja a aquellos que nos son mucho más fáciles en todos los aspectos: Convivencia, idiosincrasia, pero sobre todo aficiones: que el cine, la nieve, el monte, etc.. Determinó también que todo no era más que la necesidad de tender a lo simple y sencillo, sin complicaciones de ningún tipo. Que aquellos que se salían de este camino de la simplicidad tenían más opciones de fracasar que los demás; pero una experiencia de vida importantísima al final del camino.
Poco aprendemos de aquel que se parece mucho a nosotros y, ya se que nadie es una copia clónica de uno mismo, pero debe ser muy aburrido no tener temas nuevos ni nada que sacar de nuestra pareja si es o si tratamos de hacerla a “nuestra imagen y semejanza”.
Si tenemos en cuenta que el ser humano es un ser cognoscitivo, que evoluciona a través del aprendizaje entonces con alguien que sólo sepa lo que yo sé y con quien acuerde en cada detalle, podré comunicarme fácilmente, compartir ideas y experiencias, pero poco y nada podré aprender en esa relación.
Así que amigos míos no nos agobiemos porque nuestra pareja, sea sencillamente como es. Es importante que comparta los valores, las ganas y el ideal por salir adelante a todos los niveles; lo demás es lo de menos. Tu aprendes de tu novio/a y el/ella aprende de ti. De eso se trata, creo yo, del aprendizaje como pareja. De lo que tú le enseñes y lo que te enseñen. De todas maneras no hay nada de que preocuparnos ya que si el agobio nos gana y si nada funciona siempre nos queda tirar por la vía fácil: El camino de la simplicidad!
Hasta luego.
Etiquetas: parejas
1 Comments:
lex, tu sabes q me ENCANTO este post. Ojala sea cierto todo lo q dices, jejeje
Cariños, aran
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