De superhéroes y almas...

Rescatar las miserias propias y ajenas, volando entre sueños propios y de otros que se permiten ilusionarse para llegar a algo o a alguien, que cansados de esperar pierden la fe y desfallecen... ¿Cómo se puede salvar el mundo o salvarse a sí mismo si no se tienen demasiadas ganas?

Con el cuerpo molido y los sentimientos en stand by es poco probable llegar a nada en concreto. Las intenciones siempre son buenas y las ideas apoteósicas cuando se tienen... pero el ánimo decae y el cuerpo no responde a la salida. El superheroe está dispuesto a saltar, a volar, mira desde el balcón de una casa que le invita a iniciar el viaje que le llevará a recorrer las calles nocturnas de esta ciudad en busca de almas a las que hay que salvar a fin de que no decaigan en la pena de ser solo eso, almas al borde de un problema que no pueden resolver...

Los planetas se han alineado mal, se han puesto de acuerdo y han logrado negativizar todo lo que han encontrado en su meridiano, y algunos han caído rendidos ante su energía, fulminando cualquier gana o apetencia por estar medianamente bien, medianamente felices y medianamente tranquilos, han echado por tierra sus motivaciones... y aparece de repente el ente salvador que llega volando o andando o solo y a través de la imaginación que rescata con su fuerza y su energía, su sonrisa y su dedicación. Recoge el cuerpo sacudido, lo abriga y lo lleva volando por lares y sitios en los que sólo se encuentra la tranquilidad y la pasividad que se había perdido, y en ese viaje sideral se ve la ciudad, las luces de la calles, el cielo raso oscuro, el olor de la noche, el frescor del aire lleno de energía, los edificios quietos, las horas detenidas y un mundo que sigue su rumbo dormido a esas escasas horas de la madrugada. Acto seguido la fuerza entra en el cuerpo, la sonrisa vislumbra en el rostro y nada ha pasado, la fe ha sido rescatada... De vuelta abajo el mal momento ha pasado, deja a su inocente creyente y se va, agitando las alas hasta desaparecer entre la noche y sus estrellas.

Así es la vida del superhéroe, el o ella por su parte, se recoge en su guarida, sonríe, suspira en soledad, trata de cuidar su alma y espera deseoso que el día de hoy pase pronto, que el hoy se convierta lo mas pronto posible en mañana, que el mundo pueda ser salvado por otro y que ese otro, sea superhéroe o no, lo venga a rescatar...

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