Me fumaría un porro pero estamos en crisis
Están los ánimos crispados con las tabacaleras, con la crisis, con el verano que no llega y con Nadal que ha vuelto a perder. Mientras la realidad se muestra tal y como es, esto es un poco sosa y nada divertida para muchos y es la representación perfecta de la automaticidad reglamentada, algunos otros motivados por ansias de que al menos se convierta en más o menos algo divertido, practicamos menesteres de lo más "perversos", de aquellos que envilecen el espíritu, y que lejos del sentimiento de culpabilidad otorgan una importante inyección de adrenalina que finalmente termina justificando que aquel pseudoerror o pseuda estupidez, dependiendo de quien la catalogue, no sea tan malo si nos ha hecho un poquito felices.
Y es que ser feliz en estos tiempos tiene de difícil tanto como encontrar adolescentes vírgenes, matrimonios estables, gobiernos honestos y niños de kindergarten poco crueles. Si al final va a ser que lo de echarse un piti tiene más de inofensivo que lo demás que nos rodea, para tal caso establezcamos un día para todo lo malo que hay que reclamarle al mundo por haber sido inventado por nosotros mismos. Nos faltarían días en el año para concienciar al vulgo de todo aquello malo y dañino que practicamos diariamente y nos hace daño, y no sólo física sino también moralmente. Nos harían falta días y nos haría falta gente que nos apoyara, porque lo que te conviene a ti a lo mejor no me conviene a mí, y estamos en una lucha continua de conveniencias que ya hacen dudar si es que los líderes actúan motivados por conciencia o por dinero de otra industria potencial.
Hoy ha sido el día del tabaco, espero que alguno se haya dejado convencer por su bien y haya decidido dejarlo, espero no se dé a otros vicios, que no se ponga a comer como un cosaco por eso de la ansiedad, que no pille peso, luego tenga depresión y empiece a tomar pastillas -casos hay algunos-, que todo pasa, incluso el mono. Y sino fue así no queda de otra que seguir con el tabaquismo. Mientras los bolsillos rasgados por la crisis lo permitan habrá que disfrutar de los pequeños "placeres" que aún nos quedan y nos ha dejado, a cuenta y riesgo de lo que nos jugamos entre ellos la salud. Mientras se deja pasar lo que realmente importa y lo que interesa puesto que el resto del mundo sigue haciéndo de la vista gorda, ya que está visto que es más fácil dar pitidos por todo y, a su vez, crear conciencia de nada.
Lessar
1 Comments:
Hola Lessar...tus artículos son tan realistas que me hacen pensar...y además son divertidos!!!son muy buenos...el de los pobres hombres que se casan sin saber en lo que se meten, me encanto...¿cuando te decides y escribes el libro?, sería alucinante tener una escritora reconocida en la family!!!
Muchos saludos, también para tu amado
Liz
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Lessar
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