¡Las lindas no van al baño!

Estoy de pie, parada, detenida en la calle, bajo una parada de autobús, bajo un manto de lluvia rancia y finísima que no hace más que joderme el pelo y cambiar mi buen humor. Esto de que llueva y llueva, la verdad, al final termina por congelarte las emociones, y cualquier idea de pasarlo medianamente bien se esfuma como por arte de magia, se difumina de tu récord de pensamientos positivos, y no es para menos puesto que lleva todo la semana lloviendo.

La gente avanza con paso decidido, armonioso, todos van como "matraca" no vaya a ser que por descuido nos mojemos con este sirimiri y nuestro obligado look europeo se nos estropee, porque somos chic@s divin@s y hay que estar top siempre aún cuando este jarreando desde los cielos y el viento sople desmesuradamente. Hay que ir mega top como si saliésemos de alguna tienda famosa de la ciudad, strass, escote, zapatos de moda, y como no las gafas Ray Ban Aviator tipo Top Gun que ahora mismo es lo mas in de lo in, osea el ya no ya. Compramos Gucci, Armani, L. Vuitton y demás marcas con nombres espectaculares para que sean parte de nuestra vestimenta, nuestra representación social. Encima te das cuenta si es falso o no el bolso de mano o la chaqueta dependiendo con que otra prenda la ha conjuntado la chica divina que pasa a mi lado con fragancia de Carolina Herrera -CH-. Pienso para mis adentros, ¿Es que ya no se llevan las prendas marca "Elmer" (El mercadillo)?

Ahora parte de ser guay es lo que llevas contigo. Estoy en algo con mi Mac, mi ipod, iphone y algún coche divino con cuatro gadgets guapos y un poco de glamour, si tiene techo panorámico mejor aún. Zapatos tipo botín, que es lo que se lleva, pantalones miss sixty, vestiditos bimba & lola. Para ser guay no es necesario que abras la boca, el talento no es necesario medirse, se da por hecho que lo tienes, es inherente y atrevido como todo lo que llevas encima. Es como si el coeficiente mental se identificara con tu vestimenta. Las chicas lindas no van al baño, las chicas guays van al tocador, al toilette, hacen "pis". Los underground mean y mean donde quieren porque son así de rebeldes. Los hippies con dinero son los que más me gustan porque es fácil ser hippy con dinero para comprar los trapitos hippies también que llevaremos encima como señal de que el dinero es lo que menos importa fruto del antagonismo mental y conceptual.

Somos marcas, vamos por ahí haciéndole publicidad a grandes firmas sin que nos paguen ni medio duro por ello. El ciudadano de a pie ¡Corrijo! el ciudadano jodido de a pie es el marketero más digno y menos reconocido por estos lobos con barbas largas, colmillos largos babeantes, asquerosos y ojos de devorador de seres estúpidos, frágiles mentales -pensaran- pero que piensan que mientras se luzca divino va bien, no pasa nada, aún cuando siga lloviendo y lo único que pueda verse es un abrigo que por mala suerte es de cualquier marca y no la camiseta de 80 euros de una firma "prestigiosa" que llevamos por dentro.

Decía Arjona "si al final la mierda huele igual sea de príncipe o sirvienta", que no quede duda que y aunque se sea el mas in al final hay cosas que no podemos cambiar. No vaya a ser que pretendamos también que la mierda huela a CH, aunque seguro algo sacarán en breve con eso de que la gente linda no va al baño sino al tocador.

Me imagino pegando mi husmeadora nariz en el cristal de un escaparate de alguna tienda en la cual no podré comprar nunca nada, mi mano soportando mi peso no vaya a ser que quiebre el cristal, dejando mis huellas digitales encima llenas de grasilla. Mis ojos se dirigen al cartoncito blanco con números pequeñísimos que me cuentan que los zapatos con strass y gliter que estoy deseando babosa perdida cuestan unos pocos euros para algunos pero que supondrían la tercera parte del alquiler del piso en el que vivo. He leído toda la lista, mis ojos han viajado rápido y mi mente ha hecho la suma más veloz aún y creo que para tener todo lo que he visto y casi olido con mi chismosa nariz tendré que usar mis ahorros de dos meses.

Y total para qué, si al final se desgastará y se estropeará, serás uno más caminando por Paseo de la Castellana intentando ser diferente con lo que llevas pero que es finalmente clónico a cualquier otro que baje por la calle Serrano. Se atreverán a juzgarte sin siquiera medir tus pensamientos ni ideas ni mucho menos tus sentimientos. Y es que hay ciertas cosas que hay que demostrar antes que ser super in. Creo fielmente en aquello que recitaba Jorge Plejanov "La forma es bella cuando en el fondo hay una idea ¿De qué sirve una frente bella, si no hay un seso tras de ella?" Y con esto me quedo.

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