Entrenamiento para ser feliz
Quién en esta vida no quiere ser feliz. Quién no desea que todo por lo que lucha se le sea dado. Quién no quiere que sus seres queridos siempre le rodeen y estén bien; quién no se rinde ante el amor y desea que lo amen; quién no quiere dinero, tranquilidad y sosiego. Repito: quién no quiere ser feliz.!
A propósito de este sentido de necesidad imperiosa en cualquier ser humano se han escrito infinidad de libros de cómo lograr y alcanzar la felicidad. Hace poco leí acerca de este tema y saqué, a mi parecer, algo positivo de esta por lo menos extraña lectura.
Buscamos la felicidad a razón de terceras personas. Si nuestros allegados o seres más próximos son felices nosotros lo somos, si ellos están sumidos en la tristeza nosotros lo mismo. Caemos en el error de creer que la felicidad nos viene dada por la actuación de los demás; y no es equivocado sentirse apenado si a quienes queremos no les va demasiado bien. Tampoco podemos pasar de ello sin siquiera mostrar el menor atisbo de condolencia. Una cosa no tiene que ver con la otra. Si estamos tristes, estamos tristes; pero con motivo de la búsqueda de la felicidad esta tiene cuando menos nacer de nosotros mismos. Es de nosotros desde donde debe partir el deseo de ser felices.
He aquí que se pueden esmerar al cien por cien por hacerte feliz pero está claro que si tú no lo deseas no lo serás. Hay que hacer un análisis introspectivo; viajar a lo más profundo de uno mismo. Allí donde el subconsciente adquiere personalidad y te habla como a un amigo. Hay que autoanalizarse y autobservarse a fin de definir las razones y motivos que nos impulsan a no alcanzar la felicidad.
En el amor es lo mismo. Tu pareja puede pasarse infinidad de horas tratando de agradarte, de hacerte sentir que eres el único y tú la/lo quieres pero… no eres feliz. Tu pareja puede desvivirse por hacer que cada día sea especial, por contar contigo a cada momento, pero si de ti no nace el ser feliz…. no lo serás. ¿Y sabes por qué? Porque la felicidad es un compromiso incondicional con nosotros mismos. Un compromiso único, personal e intransferible. Tan personal y tan intransferible como la propia felicidad.
No dejemos el trabajo de SER felices en manos de otros. No hay sólo que procurar estar felices hay que serlo. No olvidemos que la felicidad no son sólo instantes ya que incluso los malos momentos forman parte de un fenómeno más general de un contexto donde SER feliz es posible.
Hasta luego.
3 Comments:
¡Qué bonita foto! Por el ángulo de refracción de la luz diría que es el monte Hernio.
De acuerdo! pero muchas veces la Voluntad no es suficiente para ponerse en disposicion de ser feliz. A veces, es necesario recurrir al suministro quimico para tener y mantener un balance psiquico, desafortunadamente; o afortunadamente, para quienes lo necesitan y recien en estos tiempos se hace uso.
Carinos,
Muy buena reflexión!!! Has tocado mi corazón ... Karina
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