I Tego Arcana Dei

Un espacio como cualquier otro para dar rienda suelta a los pensamientos, a la imaginación, para comunicar y ser leído, analizado por algunos o simplemente ignorado por muchos. Lo importante es intentarlo y quedar a merced de quienes creen en uno y nos dan el voto de confianza; y demostrar que mas que un trabajo es un compromiso para con el lector. LESSAR

domingo, enero 14, 2007

Mi libre reflexión


No deja de sorprenderme el tira y afloja por la búsqueda de la paz. No hacemos más que enfrentarnos y dolernos, lastimarnos. Unos contra otros. Imposición, Turba. Dolor. Racismo. El sin sentido de creer que “el crudo” es más importante que las vidas humanas.

Bush admite su culpa, lo de Irak no tiene “buena pinta”; pero… ¿reafirmarse en el error es lo correcto? Que hacen 21 mil 500 jóvenes militares de camino a la muerte. Una vez más. Ahí van las tropas, más muertes, más desgracias. No lo entiendo.

Es este mundo prisionero de su propia ansia de poder, que no deja de combatir consigo mismo. Que avanza con zancos grandes de retroceso. ¿No se supone que tendríamos que ayudarnos y confraternizarnos a fin de reafirmar alianzas dirigidas al progreso? Cada día nos volvemos a enfrentar con los vecinos, las fronteras se reafirman y se levantan muros para impedir el paso del pobre y del necesitado. Las pateras y cayucos siguen naufragando a mitad de la travesía. Aquí en casa los terroristas matan y, posteriormente, afirman estar en un proceso de paz. Existe Guantánamo, con 400 presos sin acusación fiscal. En Bolivia, los partidarios del MAS prenden fuego y saquean Cochabamba por un conflicto de referéndum y autonomías.

¿Y la palabra? ¿O es que ya no se solucionan los problemas hablando, ni departiendo ideas y conceptos?. Si volteamos y miramos Medio Oriente sólo podremos ver muertos y más muertos. En Afganistán las balas no dejan de resonar. Las ciudades se levantan a golpe de coches bomba. Somalia y Pakistán pueden seguirle los pasos. La fatalidad se huele por doquier.

Se escabulle la paz, no se deja atrapar, ni siquiera nos muestra los ojos. En este escenario de violencia es necesario elevar una oración, andar con fe; caminar con paso firme, con la certeza de que tarde o temprano llegará el amor y la comprensión, porque tiene que existir algún motivo que nos mantenga en el camino. El camino de creer que hay que confiar en el futuro. Confiar en que todo lo que está por venir será mejor.