I Tego Arcana Dei

Un espacio como cualquier otro para dar rienda suelta a los pensamientos, a la imaginación, para comunicar y ser leído, analizado por algunos o simplemente ignorado por muchos. Lo importante es intentarlo y quedar a merced de quienes creen en uno y nos dan el voto de confianza; y demostrar que mas que un trabajo es un compromiso para con el lector. LESSAR

lunes, junio 01, 2009

Me fumaría un porro pero estamos en crisis

Lo bueno y lo malo, ¿Qué hace que siempre estemos en medio de esta divergencia mental.? Desde luego Bucay tiene siempre respuesta para todo, a lo mejor algún capítulo lo ha dedicado por completo a librar esta disyuntiva tan simple de elegir entre una cosa y otra. Estoy aquí, tratando de fumarme el último cigarro de la noche, hoy ha sido el día del tabaco, y estúpidamente me he mentalizado para celebrarlo sin prender una de esas barritas potenciales de cáncer, de impotencia sexual y demás dolores varios que seguro son verdad. Al final libré mi propia batalla mental y el lado más pueril y vicioso ha salido ganando, así que me he dejado convencer por este humilde único vicio que me queda, resultado de los estragos después de desgastar, que no perder, largas noches haciendo gala de mi libertad juvenil, y me he fumado medio, que no uno entero, cigarrillo. Un día que más que para celebrarlo -lo del tabaco, digo- es para repudiarlo, para tratar de mentalizar a nosotros, estos pobres imbéciles incapaces de saberlo por sí mismos, que el tabaco mata, como si no lo leyéramos continuamente al abrir una de esas armoniosas cajetillas bicolores. ¿No sería mejor terminar con la parodia y finalmente subirle el precio a la cajetilla? al parecer por ahí no va la solución; pero bueno, esas son cosas de pactadas conveniencias multimillonarias así que por ese lado no hay nada que hacer, sólo sacar el cartelito informativo y con pitidos en plena calle gritar lo que todos sabemos ¡Que mata y de verdad! Y que las tabacaleras se llevan nuestro dinero, vamos, como todos, como todos los que nos venden de todo para matarnos, al parecer somos demasiados, como las wiskerias, como la comida basura, como el fútbol, como la imagen, como las anorexias, como el hambre. Atiborrados de información sobre lo malo, sobre saturan mentes mínimas preocupadas más por la crisis que por dar caladas gustosas. Quieren crear conciencia mundial, hacer recapacitar al homo sapiens, pero no saben que el más fuerte siempre resiste, y que por más que sacudamos las calles con cartelitos y lemas moralizadores será insuficiente para vencer al león de los pitis; siempre un directivo será puesto en el sillón de cualquier tabacalera multimillonaria reemplazando al anterior que no tuvo suerte con las últimas cien cajetillas que se fumó -hubiesen sido cientouno- y por el contrario dejó este mundo por un accidente de coche. ¡Vaya ironía!

Están los ánimos crispados con las tabacaleras, con la crisis, con el verano que no llega y con Nadal que ha vuelto a perder. Mientras la realidad se muestra tal y como es, esto es un poco sosa y nada divertida para muchos y es la representación perfecta de la automaticidad reglamentada, algunos otros motivados por ansias de que al menos se convierta en más o menos algo divertido, practicamos menesteres de lo más "perversos", de aquellos que envilecen el espíritu, y que lejos del sentimiento de culpabilidad otorgan una importante inyección de adrenalina que finalmente termina justificando que aquel pseudoerror o pseuda estupidez, dependiendo de quien la catalogue, no sea tan malo si nos ha hecho un poquito felices.

Y es que ser feliz en estos tiempos tiene de difícil tanto como encontrar adolescentes vírgenes, matrimonios estables, gobiernos honestos y niños de kindergarten poco crueles. Si al final va a ser que lo de echarse un piti tiene más de inofensivo que lo demás que nos rodea, para tal caso establezcamos un día para todo lo malo que hay que reclamarle al mundo por haber sido inventado por nosotros mismos. Nos faltarían días en el año para concienciar al vulgo de todo aquello malo y dañino que practicamos diariamente y nos hace daño, y no sólo física sino también moralmente. Nos harían falta días y nos haría falta gente que nos apoyara, porque lo que te conviene a ti a lo mejor no me conviene a mí, y estamos en una lucha continua de conveniencias que ya hacen dudar si es que los líderes actúan motivados por conciencia o por dinero de otra industria potencial.

Hoy ha sido el día del tabaco, espero que alguno se haya dejado convencer por su bien y haya decidido dejarlo, espero no se dé a otros vicios, que no se ponga a comer como un cosaco por eso de la ansiedad, que no pille peso, luego tenga depresión y empiece a tomar pastillas -casos hay algunos-, que todo pasa, incluso el mono. Y sino fue así no queda de otra que seguir con el tabaquismo. Mientras los bolsillos rasgados por la crisis lo permitan habrá que disfrutar de los pequeños "placeres" que aún nos quedan y nos ha dejado, a cuenta y riesgo de lo que nos jugamos entre ellos la salud. Mientras se deja pasar lo que realmente importa y lo que interesa puesto que el resto del mundo sigue haciéndo de la vista gorda, ya que está visto que es más fácil dar pitidos por todo y, a su vez, crear conciencia de nada.



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