I Tego Arcana Dei

Un espacio como cualquier otro para dar rienda suelta a los pensamientos, a la imaginación, para comunicar y ser leído, analizado por algunos o simplemente ignorado por muchos. Lo importante es intentarlo y quedar a merced de quienes creen en uno y nos dan el voto de confianza; y demostrar que mas que un trabajo es un compromiso para con el lector. LESSAR

viernes, diciembre 12, 2008

Un tercer juicio...

Un tercer juicio... Deberían saber estos señores de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) que a veces no es bueno ensuciarse las manos por personajes ridículos, inhumanos y miserables. Que el fin nunca ha justificado ni justificará los medios, que las consignas ultras y la obligatoriedad basada en el empuñe de las armas no es ni será nunca beneficioso para ningún pueblo. Que sembrar el terror, la violencia y el miedo merece ser fuertemente sancionado.

Y Ahora resulta que en estos últimos días se está cuestionando si fue "limpio" o no el juicio contra uno de los hombres más terroríficos y sanguinarios de toda América Latina, Abimael Guzmán. Se cuestiona el procedimiento y la CIDH acusa al gobierno peruano de haber violado los derechos humanos de este personaje.

Abimael Guzman y su ya alicaído Sendero Luminoso masacraron a la población peruana entre los años 1980 y 2000. Veinte años! Veinte años de continua lucha que dejaron mas de 35 mil muertos. Huérfanos y violencia en todo el territorio nacional. Y, dónde estaba la CIDH en ese entonces? , quién defendía los derechos humanos de cada uno y todos los peruanos que nos levantabamos a sonido de bomba y con noticias catastróficas día a día. Dónde estaban los señores de la CIDH cuando este grupo terrorista ajusticiaba a la población inocente en la plaza de los pueblos, delante de niños y a cualquiera que no pensase como ellos. Dónde estaban los de la CIDH que ahora van de paternalistas y proteccionistas con este individuo que ha matado, hecho y deshecho en el Perú, solo por un afán de poder y una fascinación por el mal.

Abimael Guzmán fue dos veces enjuiciado. La primera a través de un fuero militar en el que se le condenó a cadena perpetua, dicha sentencia fue anulada en el 2003 por el Tribunal Constitucional del Perú que consideró anticonstitucionales varios decretos presidenciales. Posteriormente y ya en el 2005 se llevó a cabo otro juicio pero esta vez en el fuero civil en el que fue condenado otra vez a cadena perpetua por el delito de "terrorismo contra el Estado".

Las últimas noticias apuntan a que el líder de Sendero Luminoso ha presentado una demanda contra el Estado Peruano en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidiendo la nulidad del juicio que lo condenó argumentando que se violaron sus derechos por considerar que la figura de la autoría mediata, que es el caso en el que el sujeto, dominando el hecho y manteniendo todas las características especiales de la autoría se sirve de otro para la ejecución de la acción, no está prevista en las leyes peruanas. Así también busca ser trasladado a un penal para reos comunes al considerar que se encuentra aislado desde hace 16 años en el penal de máxima seguridad instalado en la Base Naval del Callao.

Afortunadamente el Estado peruano está trabajando en una estrategia legal para resolver este tema. Tiene ya a una serie de especialistas en temas penitenciarios a fin de que el Estado presente sus alegatos ante la CIDH. Cuestiones que podrían derivar a un espacio de tiempo de uno a dos años, esto es, que existe una brecha amplia de tiempo entre la petición de demanda y el veredicto final. Esperemos, pues, no tengamos que ver un tercer juicio, una intromisión internacional que busque favorecer a individuos peligrosos y delirantes, y que se comentan errores por decisiones internacionales que desconocen la realidad peruana tal y como ya sucedió el pasado abril con el MRTA y el Parlamento Europeo.

"Luchar democráticamente contra el terrorismo es una de las mejores batallas que los amantes de la libertad podemos emprender contra quienes nos quieren imponer, y bajo el rigor de las armas, un pensamiento único porque es la que nos garantiza que nadie pueda sentirse con derecho y legalidad a imponernos una idea ni atentar contra los ciudadanos para hacerse escuchar. Por defender nuestra libertad hay que luchar contra el terrorismo y contra cualquier artífice del mismo, por defender nuestra democracia hay que negarnos a bajar la cabeza ante quienes nos quieran amedrentar y golpear la moral y luchar para que el pensamiento único no se haga con ella." Lessar.