I Tego Arcana Dei

Un espacio como cualquier otro para dar rienda suelta a los pensamientos, a la imaginación, para comunicar y ser leído, analizado por algunos o simplemente ignorado por muchos. Lo importante es intentarlo y quedar a merced de quienes creen en uno y nos dan el voto de confianza; y demostrar que mas que un trabajo es un compromiso para con el lector. LESSAR

miércoles, septiembre 19, 2012

Chismosa por partida doble.


Si mi madre levantara la cabeza al día de hoy no creo que quisiera volver al sitio en donde está, creo más bien que quisiera quedarse a mi lado de "cháchara" como si de colegas se tratase, fumándose ese cigarro que dejara por allá por los noventa y empuñando en su mano una cervecita de las más heladas que hubiera para aplacar su sed. Si mi madre levantara la cabeza se reiría "a tope" con todas las cosas que tengo para contarle y que se vienen sucediendo desde su ausencia. No tomaría en serio nada de lo que le dijera y por el contrario me daría consejos por demás sobre todas las situaciones y sobre todas las personas. Si, ella sabría que decir y que hacer en aquellas situaciones en las que yo me he quedado en blanco. Si mi madre levantara la cabeza se reiría pero sobre todo estaría orgullosa de las tremendas cosas que me han sucedido estos años y de las cuales he salido bien librada, con fortuna.

Me caracteriza una línea de la suerte que espero no se me acabe nunca, mi mano es pequeña pera las líneas que la recorren son largas y profundas, de eso deben de saber videntes y demás personajes que se dedican al mundo de lo oculto. Recuerdo que las manos de mi madre eran iguales... además de venosas y arrugadas como las mías, vaya herencia! Eso, mis líneas de la mano no me dicen que me pasará en el futuro, es cierto, pero cada cosa acontecida en mi vida han sido para llevarse las manos a la cabeza y de abrir los ojos como si se salieran de las órbitas por lo raras e insólitas, únicas y especiales; como especiales son también la gente que me rodea y que las viven tan intensamente como yo.

La fortuna no me abandona o como diría mi madre: tienes un ángel por ahí... Aunque he de confesar que siempre he creído que ese ángel un día decidió no ayudarme más ni aconsejarme ni un poquito siquiera porque se dio por vencido y le resultó poco rentable el trabajo de "consiglieri". Mi madre por el contrario y hasta el final no desistió y pensó que algún día escucharía sus consejos y les daría buen uso para mi personal toma de decisiones y tan mal encaminada no estuvo. Fíjense ustedes ahora es cuando más recuerdo todas las cosas que me dijera en las largas pláticas que entre 14 mil kilómetros de distancia mantuviésemos los últimos 10 años. Al día de hoy no hay día que no pensara en algunas de sus frasecillas o me sentara a pensar hacia mis adentros: Qué hubiera hecho mi madre? o Qué hubiera dicho mi madre? Y hay veces que sin pensarlo siquiera mis respuestas son las de la Coco llegándome a sorprender yo misma. Lo juro.

Si mi madre levantara la cabeza me echaría un par de broncas bien merecidas. Ya, cuando sé que voy a meter la pata, le digo: perdóname esta, no? y acto seguido meto la pata pero bien metida. Pero... qué es la vida sino una serie de decisiones a veces bien tomadas y normalmente mal tomadas? Mi madre sabía que no podía ser de otra forma que complicada, rara, a veces nerviosa, muchas impulsiva. Pero aún así las cosas no me han ido mal, es más  creo que para haber tomado una retahíla de decisiones a la ligera me ha salido todo bastante bien con lo cual... no me creo que sea tan cabeza loca como algunos me quieren hacer creer.

El mundo en el que vivo que no es el mismo que el del resto, menos mal dirían algunos y con razón. El mio tiene de todo lo más raro y exagerado que os podéis imaginar. Excentricidades, gente de aquellas que resultan lejanas, a veces difíciles, tan extrañas como yo. Los lugares a los que voy son especiales que no diferentes. Los sueños de otros son mis realidades. Lo que anhelan otros a mi me importa un pimiento. Mis pensamientos se volatilizan con facilidad y se reemplazan por otros surrealistas. Mis amigos son especiales, los mejores que pude haber encontrado, pero muy especiales. Raros también. Tengo muchos amores y me complace amarlos a todos. Mi trabajo... mi trabajo, cualquiera que haya realizado (os juro que han sido muchos), han sido satisfactorios todos... menos el de limpiar baños de discoteca -ese podría pasar a la categoría de pesadilla!-.Y en todo esto, en cada momento vivido estuvo mi madre, ahora ausente, riéndose conmigo o enfadándose de igual manera. Estuvo jaloneándome de los pelos, reputeándome a saco o muriéndose de la risa.

Sí, si mi madre levantara la cabeza no querría volver a donde está, me repetiría como lo hacía en su momento: Y qué hiciste? Cuéntame! Cuéntame!.. Acto seguido se quedaría pegada al teléfono esperando hasta el último detalle que tuviera que decir, y es que es verdad para chismosa la Coco pero eso sí mucho más yo, y a mucha honra.