I Tego Arcana Dei

Un espacio como cualquier otro para dar rienda suelta a los pensamientos, a la imaginación, para comunicar y ser leído, analizado por algunos o simplemente ignorado por muchos. Lo importante es intentarlo y quedar a merced de quienes creen en uno y nos dan el voto de confianza; y demostrar que mas que un trabajo es un compromiso para con el lector. LESSAR

miércoles, noviembre 04, 2009

A palabras necias... ahí estamos las mujeres!

Comprobado: las mujeres somos de oído crédulo y los hombres de palabras fáciles. ¿Cómo se mide el grado de inocencia? Pues cuando uno se cree más que el otro todo lo que escucha. Y sí, allí estamos las mujeres dejándonos convencer por el macho en cuestión que sólo hace que regalar palabras bonitas, sin compromiso alguno, sin soporte ninguno pero que suenan a telenovela venezolana con melodía de Rudy la Scala por detrás.

Hace no pocos días me encontraba en una cena “entre amigos”, vamos, una cena de conocidos en Kreuzberg en Berlín. Éramos tres, dos griegos y yo, la peruana. Esta era la segunda vez que coincidíamos para tomar algo y cenar. Un buen plan de fin de semana seguramente aunque para ello tuve que sentar bien las bases de nuestra conversación.

Situación I
Hombre 1 se dirige hacia mí y me dice: Me ha gustado mucho que esta vez hayas venido con nosotros, porque me gusta tu compañía... (imposible creerte porque la vez anterior sólo estuvimos media hora juntos, ¡no más! ¡cómo que me gusta tu compañía!)

Yo (entre dientes): ya empezamos… -dije-

Hombre 1: es que me gustan tus charlas, me parecen interesantes (mentira cochina, que la primera vez estuvimos hablando de bailes latinos y de cómo ligan los cubanos, con lo cual ¡es absurdo! ¿Conversación interesante? ¡Válgame la virgen!)

Yo (con una sonrisa aguantada): aja... Bueno después del bar nos fuimos a Cake (disco pub muy interesante de Berlín) pero tú no fuiste.-le comenté-

Hombre 1: Es que si hubiese sabido que ibas a ir hubiera ido, por supuesto… (anda pelotudo que ya me estás llenando las bolas, como diría mi amiga Paula)

Yo (rauda y enojada aunque con una buena educación): No es verdad –le dije- por qué intentas quedar bien conmigo. No fuiste porque no querías ir no porque yo fuera o no, tú sabías que iría (pelotudo).

Hombre 1: No es verdad, yo no fui porque no sabía que irías (intenta que le crea!)

Yo apoyando las manos sobre la mesa, con una media sonrisa dibujada, dejando a un lado mi plato de quesadillas con queso (estábamos en un restaurante mexicano) le digo: Dí la verdad o di mentiras, me da igual, me causa mucha gracia que insistas en algo que para mí no es verdad, ni te lo crees! –finalmente sonreí-

Hombre 1 (un poco nervioso): es verdad imaginé que iríais pero no fui porque he ido como 20 mil veces a esa disco y no me gusta, la encuentro aburridísima, es más ¡no la soporto! Es... como diría, horrible! (¡menos mal que antes iba de sincero!. Lo que me ha costado para que dijera lo que realmente piensa no tiene nombre!)

Hombre 2: miró y comió y comió y miró. Hombre inteligente.

Entonces a lo que voy, no entiendo porqué siempre nos tienen que llenar de mentiras, o ya no digamos de mentiras sino de palabras con ausencia de verdad (¿suena mejor?) ¿o es que saben o se imaginan de antemano que nos gusta que nos mientan?... ¿Qué se supone que saben los hombres de las mujeres?.

En lo personal ya no aguanto las palabritas sueltas que suenan bien y menos las ausentes de compromiso serio. Es decir, odio las palabras disfrazadas, dichas para intentar quedar bien o algo así, que buscan impresionar, disfrazando situaciones que no son reales ni por asomo, tampoco me gustan las promesas que no van a ir a ningún lado, porque nosotras las mujeres nos las creemos, no todas pero sí casi todas (mas cuando encima van en papel, es el ya no ya de la jugada, ese es un recontra jugadorazo) y luego salimos dañadas cuando caemos en la cuenta de que no son verdad y ha continuación nos han dejado o cambiado por otra a la que le han hecho las mismas promesas o les han dicho las mismas “increíbles” palabras que a nosotras.

Si tuviera que reclamarle a los hombres las promesas de amor, no habría tribunal que no me diera la razón. Las promesas debieran de valer algo, como un salvo conducto para entrar al corazón o algo así, por cada incumplida una multa o un juicio legal así nos ahorraríamos de estar ilusionando a incautas que se creen todo lo que se les dice.

Las palabras, es verdad, son bonitas y más dichas de quién nos gusta, pero ese “pata” ya “nos manya”, nos conoce, nos ha estudiado al detalle. Ya sabe qué decir, la que le funciona para hacernos caer rendidas a sus pies. Las palabras se las lleva el viento, y las promesas, dicho sea de paso, también, que no se nos olvide.

Tomen nota los chicos:
Eres diferente a todas (ay que me lo creo, o sea que has tenido un montón, conchudo!)
Yo te voy a amar siempre (siempre que no se me regale otra cachondona a la que no le pueda decir que no)
Estoy tan feliz contigo, tan bien… (y cuando voy de juerga con los amigos también, cuando me pongo a ver una peli en calzoncillos rascándome por casa, cuando juego a la play station, etc, etc, etc, etc.)

Situación II
Mi amiga Joha me la contó y nos partimos de risa. Joha tenía, ahora ex, un novio que dizque la quería mucho pero no quería una relación seria con ella (¿what? ¿De qué estamos hablando? en fin… cosa de hombres)

Van por la avenida Reforma (México) Ella le dice que le quiere. El le contesta que también pero que no puede estar con ella (No entiendo nada). Ella le dice pero yo te amo (esas cosas que soltamos las chicas comprometiendo el amor como si fuera el de verdad, y lo peor de todo es que encima se lo soltamos al equivocado, no aprendemos, no aprendemos). El chico se orilla a un lado de la avenida, pone las manos en el volante del carro (tal y como me lo contó) por el ojo derecho se asoma una lágrima (que termina por recorrer el moflete) y mirándola en medio del tráfico le dice: Joha tu haces que me sienta vivo, completo… (jajajajajaja) ¡¡Nos echamos a reír como dos condenadas!!. Cómo se puede ser tan pendejo y tan cursi. Primero: que si que la quiere pero quiere estar con todas. Segundo: ¿Qué es eso de completo? (completamente menso serás) ¡Por favor! ¡si es de no creer!

Las palabras suenan bien, calientan el oído, endulzan el corazón. Las mujeres no sabemos vivir sin expresiones trilladas y repetidas infinidad de veces por los hombres, nos encanta que nos halaguen, que nos hagan sentir únicas y estupendísimas, como si necesitásemos de esos pequeños alicientes para reafirmar nuestro propio concepto personal, porque quizás ahí radica el error, en que a veces nos acompaña una baja autoestima que busca en palabras de otro la seguridad que debiera partir de nosotras mismas. No sé si me explico. No habría que necesitar que no estén diciendo que somos las mejores para creérnoslo. Yo creo que cada uno puede medir sus capacidades, su grado de belleza, de inteligencia, nuestro punto fuerte digamos, sin esperar que un hombre nos lo tenga que estar recordando porque se quiera hacer el galán con nosotras.

Están bien las palabras bonitas, pero si van acompañadas de acciones muchísimo mejor. Si ese “pata” realmente quería saber cómo era un poco más, hubiese venido a la disco, porque lo que importa es la compañía y no el lugar, ¿no?; y en el caso de Joha si ese chico la hubiese querido en serio hubiese decidido empezar una relación normal y seria. Si realmente nos dicen algo que sea porque verdaderamente lo piensan, no porque las queramos escuchar. ¿No sería más sano para nosotras mismas? Si me quieres demuéstramelo y no te vayas con otra, dame parte de tu tiempo que yo te daré del mío, escucha mis proyectos que yo escucharé los tuyos, sé antes que mi amante mi amigo para que si algún día me faltaras (por x motivo) podamos seguir viéndonos a los ojos con admiración y cariño.

En fin… que yo sigo en mi búsqueda de entender el mundo y las relaciones. .. y espero algún día poder resolverlo!!

Tened cuidado con lo que decís y tened cuidado con lo que aceptáis como verdad. Hombres buscando incautas muchísimos, mujeres buscando promesas y amores de telenovela muchísimas más.

Hasta otra.

No pude resistirme a colgar a Rudy la Scala y la banda sonora telenovelera más famosa de los últimos tiempos. Demasiado!!!



Etiquetas: , , ,