I Tego Arcana Dei

Un espacio como cualquier otro para dar rienda suelta a los pensamientos, a la imaginación, para comunicar y ser leído, analizado por algunos o simplemente ignorado por muchos. Lo importante es intentarlo y quedar a merced de quienes creen en uno y nos dan el voto de confianza; y demostrar que mas que un trabajo es un compromiso para con el lector. LESSAR

martes, marzo 20, 2007

Diario de un inmigrante

En cuestión de pocos años España se ha convertido en el país que pasó de ser emisor de emigrantes a convertirse en uno de los más receptivos en cuestiones de inmigración. Según el censo del 2006 más de 4 millones de personas han llegado a tierras ibéricas, millones a los que se pueden contar y otros tantos ilegales –no censados- que pululan en los submundos de las grandes metrópolis españolas. Madrid, Barcelona y Alicante son los focos más importantes migratorios.

Poblaciones de todo el mundo: encabeza la lista iberoamericanos, Europa Occidental, Europa del Este, África del Norte y África Subsahariana; teniendo estos últimos una travesía en pateras que no siempre llegan a buen puerto. Los subsaharianos son sin duda alguna los más arriesgados y los primeros en sumarse a esta aventura llamada Europa.

En el 2005 el partido PSOE, que actualmente gobierna España, decidió iniciar un proceso regulador de inmigrantes a fin de dejar de lado la economía sumergida. Esta decisión política propinó oleadas de subsaharianos que buscaban saltar las vallas que bordean Melilla creándose una verdadera situación de caos y muertes. A esto se le denominó el “efecto llamada” que actualmente suena fuerte por todos lados, convence hasta al más cauto. Y que no es otra cosa que querer y buscar lo que en Europa se tiene, trabajo, casa, comida, una vida…

Llegaron todos… Llegamos. El resultado: una mixtura de todo, de sueños caídos, decepción –porque aquí no es todo como se ve en la “tele”- intentando acoplarse al sistema, ideologías y demás historias. Buscando “el trabajo” que les permitiera cumplir el sueño europeo. La decepción de que no todo es “color de rosa”. No se ha acabado con la economía sumergida y el resentimiento empieza a aparecer. En enero del 2007 tuvimos noticias de pandillas en Madrid, una verdadera guerra étnica larvada por un grave problema de marginación. Adolescentes inmigrantes se enfrentan con los españoles. Estos últimos se defienden, slogans ultra “Nos invaden, nos roban y nos matan. Enseñémosles el camino de vuelta a su tierra o al infierno”.

Hay que reconocer las deficiencias para poder hacerles frente. Tomar una actitud de alerta y trabajar a fin de no llegar a una situación inminente de descarrilamiento social. “Se ha dicho muchas veces que los problemas derivados de la inmigración acabarían sacando a Europa de su burbuja de autocomplacencia y obligándola a despertar. Ha llegado el momento de abrir los ojos”(1)


(1) Alvaro Bermejo. Colaborador Diario Vasco.