Mi super estado OFFLINE

Viendo llover a cántaros. La mañana del día de hoy está resultando bastante mojada. Una tromba de agua azota las calles, azoteas y vecinos de la Colonia en la que vivo. Ayer ya se anunciaba que se vendría una tormenta. Ayer ya sabíamos que de casa no había que salir por eso agotamos las baterías de rumba y fiesta el día jueves y viernes; el sábado, como niñas buenas, lo invertimos viendo la tele y alguna mala película de fin de semana. Al final las predicciones han atinado y hoy, domingo, y mientras escribo estas líneas está cayendo más agua que en épocas del Niño, que ya es decir.

Y bueno, la verdad, que no hay día que se esté mas a gusto en casa que en días como estos: lluvioso, fríos, mojados, con una manta y un calefactor a lado el día puede ser estupendísimo, grandioso, de los mejores -ojo, que también podríamos sustituir el calefactor por un novio, la que puede que se apunte, pero seguro terminaréis odiándoos mutuamente por pasar todo el día juntos sin poder salir de casa, eso fijo. Y si a esa suma de manta, calor, café caliente le aumentamos nuestra queridísima y siempre bienvenida banda ancha podría esto ser ya la "leche", ¡Perfección, ! Mejor dicho, que en días como hoy da igual si tienes o no a un novio a lado que te deje ese calor que bien te lo puede también dar ese pequeño calefactor, da igual la peli mala que pasen por la tele, pero un día como hoy sin Internet, sin ese descubrimiento humando del siglo, sería una grandísima y verdadera putada.

Y es que últimamente entre que me creo que tengo vida social intensa y eso de que ando con "cacharros" de última generación, creyéndome que así estoy más in me he dado cuenta que sufro de un "controlado" momento de dependencia con mi, ahora mejor amigo, IPhone. Ambos, él y yo, hemos desarrollado una relación simbiótica, yo no soy nada sin él y él sin mí sigue siendo un aparatejo sin sentido alguno. Imagino perdiéndolo o dejándolo olvidado en casa o en cualquier parte y no me da ningún tipo de sensación agradable. Imagino perdiendo la info que ya tengo y me da reacción "pesadilla total". Yo creo que él y yo hemos llegado a un punto de nuestra relación en la que los dos nos retroalimentamos, nos entendemos y, sobre todo yo, procuro horas de dispersión con el fin de no aburrirme en momentos vacíos o días como estos, lluviosos y tormentosos. Mi amigo IPhone o mi Nosintí, eso depende del grado de confianza, me tiene contenta, un poco idiotizada algunas veces pero sobre todo me acompaña, excepto cuando yo descuido no cargarle la batería como es debido cayendo en un comatoso estado OFFLINE total.

Ahora bien, el estar totalmente conectada con el mundo virtual bueno, bueno no puede ser. Imaginemos por un momento la cantidad de estupideces que no haríamos si no estuviésemos conectados con el resto del mundo a través de todas esas páginas que ahora pululan por la red: twiiter, facebook, badoo, flickr, meetic, y un sinfin de etc más. Mientras más Blackberry, Iphones o galaxys tenemos a mano más tonterías podemos llegar a comunicar y compartir con el resto como si fueran casi esos otros parte de nuestra ya familia, que sabe qué hacemos, cuándo lo hacemos, cómo y con quién lo hacemos absolutamente todo, ese absolutamente depende de cuánto hemos llegado a contar en esa línea que recita Que estás pensando (Facebook).

Con los amores es igual. Tu terminas con tu galán porno del momento, ese que ocupa tus horas de sueño, tus momentos de concentración, por el que has cambiado tus rutinas que sólo a ti te valían. Que ha estado saliendo contigo un año, metiéndote mano y más ¡Qué digo un año, más de dos! os queríais mucho e incluso te llamaba ratoncito y tú a él, osito (cada loco con su tema y sus demostraciones de afecto). En fin... ese por el que le diste plantón a tus amigas y por el que peleaste con tu padre porque no trabajaba y sólo se le daba por ir de chupeta en chupeta con los amigotes del barrio. Ese mismo al que metiste en tu depa de soltera y dejabas dejara sus calzoncillo por cualquier lado, aplastara el tubo de la pasta de dientes y encima no la tapara, que querías mogollón y al que le preparabas el ceviche para la resaca, hasta que un día descubriste que ya no lo querías tanto como creías y que era mejor cortar por lo sano doliese lo que doliese. ¡Uf! imagínatelo no solo terminarlo sino hacerlo ahora, y teniendo de por medio Iphones, Blackberrys, HTC. Rápidamente recurrimos a nuestro segundo mejor amigo Facebook (el primero es ese dispositivo llamado móvil): Estado sentimental: En una relación con Gumercindo (una hora más tarde). Estado sentimental: soltera

Luego tienes que empezar por el principio, esto es, borrarlo de tu grupo de amigos del Facebook, quitar sus fotos del Flickr, eliminar su cuenta de tu lista de correos del gmail, hotmail, lycos y todos los demás aún por descubrir. Quitarlo de los grupos en el que eres administradora del Hi5. El Messenger es obvio que ya fue. Borrar su número de teléfono del Skype y así, un sin número de pasos a seguir, porque ahora no sólo es cuestión de decirle al de turno que ya no quieres ser más su ratoncito sino que el trabajo de limpieza que te espera a partir de que lo envíes a freír patatas es, a mi juicio, una verdadera tortura china.

Estos "cacharros" con los que mantenemos contacto con el mundo las 24 horas de los 365 días del año los carga el diablo, porque en cuestión de segundos, estés donde estés, tienes al alcance de tu mano toda la información que quieras o necesites saber, incluso, si al que mandaste a freír patatas, no hace menos de 3 días, ya está en Estado sentimental: En una relación. ¡Plop! te da algo, menos mal que guardó el luto por el suicidio de vuestra relación el fin de semana.

Y ya no sólo son las redes personales o profesionales, estos aparatejos son los primeros que hacen que metas la pata en la mierda cuando, ese chico con el que ya no tienes nada, ya sea porque tú le has comunicado que vuelves a llamarte María y no amorcito, o porque él te haya comunicado que luego de un año saliendo contigo no eras más que una amiga, lo vuelves a llamar porque, ¡ojo!, no borraste su número de tu agenda de contactos del móvil. Lo llamaste por imbécil y porque no preferiste hacer un delete de su número cuando estabas con toda la rabia metida entre las venas y ese chico se había convertido en el más cabrón de los cabrones. Preferiste no pensar como es debido y zaz al final has terminado pecando, llamando a su móvil a altas horas de la noche esperando a que te conteste para decirle, entre copas y alguna lagrimita ocasional, que te equivocaste y que quieres verlo, pero lo peor es que ni siquiera te atendió sino que inmediatamente colgó la llamada sin darte opción a nada. Lo más seguro es que apague el móvil para poder seguir durmiendo sin que una loca, en tragos, altere sus dulces sueños.

Así pues, la lección que nos queda por aprender es que si no estas segura de terminarlo (al de turno) igual lo termines porque no lo tienes claro, y para que seguir cuando se tienen dudas; acto seguido y como segundo, consíguete un amigo que no te critique y te saque del aburrimiento como puede ser una Blackberry o un buen libro; y tercero, y quizá el más importante aún: borra su número de fono y aléjate del IPhone o aparatejo cualquiera por el que se pueda mantener contacto con el mundo exterior cuando hayas decidido tomarte una botella de tequila sin haber cenado previamente. Eso no habla bien de una chica madura y con los problemas emocionales superados. Si al final va a hacer que es cierto que dicen que estos aparatos nos vuelven menos pensantes, un pelín más tontos y manada total de un grupo aún por determinar. Tengo la esperanza de que no sea cierto.

Son muchas las estupideces que se pueden hacer teniendo un contacto continuado con el mundo a través de IPhones o cualquier tipo de aparato "moderno", llámase, laptop. También es cierto que son una gran compañía para los solitarios como cuando en su momento cogíamos un libro y navegábamos entre sus páginas, ahora en todo caso es un ibook, si estás en onda. La tecnología ayuda y mucho, también nos expone, mejor dicho, nos exponemos contándolo todo. Este blog es una prueba de ello.

Por lo pronto, yo seguiré con mi tecnología hasta que me aburra. El tequila ni lo huelo. Ya he revisado los números de teléfono de mis contactos y he visto que todos los que tengo son todos los que quiero. Tengo muchos amigos y amores amigos y creo puedo llamarlos a todos sin ninguna pataleta preresaca (espero). Seguiré aquí, en mi Colonia, con mi banda ancha, mi día lluvioso y mi Iphone, última generación (¡Me encanta como suena!) a punto y con ganas de probar y experimentar la sensación de un estado comatoso OFFLINE. Empiezo la cuenta atrás: 3-2-1

Un saludo y hasta la próxima!

Lessar

Un tema para los días lluviosos!

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