I Tego Arcana Dei

Un espacio como cualquier otro para dar rienda suelta a los pensamientos, a la imaginación, para comunicar y ser leído, analizado por algunos o simplemente ignorado por muchos. Lo importante es intentarlo y quedar a merced de quienes creen en uno y nos dan el voto de confianza; y demostrar que mas que un trabajo es un compromiso para con el lector. LESSAR

miércoles, febrero 13, 2013

Ratzinger no es el único.


Sorprendente oportunidad para escribir. Hacía mucho tiempo que las líneas de este blog se habían empolvado y rezagado. No por falta de interés, todo sea dicho, sino por falta de malicia o ausencia de tiempo por ponernos una excusa. Ahora que en nuestro derredor el panorama político, social, económico y religioso se ve alterado me he visto en la obligación, para conmigo misma y mis más allegados, de dar mi opinión sobre el punto que más me llama la atención y al cual me decanto por considerarlo menos nocivo que los otros tres que dejaré de lado: La religión. La política y la economía me traen sin cuidado, el trastoque social me interesa demasiado como siempre pero hoy le haré un esquinazo y me inclinaré a dedicarle unas líneas al aspecto religioso y cómo no me ha sorprendido tanto cambio y renuncias de última hora.

Hace muchos años me declaré agnóstica. Esto se lo debo en buena parte a Richard Dawkins (gracias por escribir Dios una ilusión), mi amigo Ricardo Hammoud, a los pocos favores que en base a rezos desesperados me hizo Dios y a la misma iglesia a la que asisten fanáticos, doble moral con los cuales no me quería identificar y que con golpes de pecho creen que todo se es perdonado. Que ¿Qué es ser agnóstico? En una respuesta enciclopédica sería: “Es aquella postura filosófica o personal que, a grandes rasgos, considera inaccesible para el ser humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende o va más allá de lo experimentado.” En una respuesta coloquial: soyde las que no niega pero tampoco confirma nada. Yo hasta que no lo vea no puedo afirmar ni negar. ¿Más claro?

Ser agnóstico no es otra cosa que una salida rápida a no ser juzgado de manera severa por aquellos que escudriñan entre manos un rosario al que le tienen fervor absoluto. Por otro lado, mi agnosticismo siempre fue una forma de renuncia a todas las falacias que como bombardeo trataron de inculcarme las monjas y los profesores de teología a temprana edad e incluso en la adolescencia. No compartía en ese entonces ni comparto aún muchas teorías que considero absurdas de la religión, ni su estructura, ni sus propósitos ni sus sectas enfrascadas en normas prehistóricas que les llevan a juzgar al ser humano a diestra y siniestra para finalmente declararlo como "mala persona" con pasaje directo al infierno. ¡No, nunca pude ni podré con eso!

No me gustan los claustros ni las bancas ni arrodillarme ante una imagen. No creo en que alguien escuche mis errores, yo no les llamo pecados, ni declarar ante cientos de fieles mediante golpes de pecho lo “mala” persona que creo que soy. Como no estoy de acuerdo con pasajes bíblicos que más tienen de fantasioso que de real, mucho menos me gusta que el señor que me dice que soy “pecador” porte ropas más caras que las mías cuando El  ha sido el primero en hacer un voto de  pobreza y yo no, la diferencia entre ambos es que a El le dan regalías en forma de limosnas por haber trabajado una hora  y a mí trabajando ocho no me dan ni las gracias. No me gusta que me vean la cara y yo creo en cierta forma que la Iglesia lo ha hecho continuamente con todos nosotros durante mucho tiempo,  en mi humilde opinión.

Ayer me levanta la noticia de que el Papa se va, levanta sus “bártulos” de casa Vaticano y se retira al exilio para no ser recordado. Se va por su propia voluntad dicen y por salud. La verdad da igual cuál es el motivo en realidad, lo importante es  que es un desertor como muchos de nosotros. Como yo, al final no me siento tan sola. Quizás también leyó a Richard Dawkins (os lo recomiendo), o quizás conoció a mi amigo Ricardito  Hammoud, sea cual fuere la razón ahora los católicos,cristianos y demás fieles se encuentran “despapados”. Sin su cabeza, sin su guía… momento “difícil” por donde se le mire y al cuál nunca pensé asistir en mi vida con ojo espectador. Un Papa no renuncia… o muere o lo matan, según la historia; pero renunciar? Eso no lo creí posible.

Llevo días mirando en la Web y oteando en foros toda clase de teorías que podrían haber ayudado a que Ratzinger se viera en la necesidad de dimitir, y ninguna aún me ha convencido. Quizás la que más llama mi atención sea aquella que profesa que hay tanta basura metida entre las cloacas del Vaticano que ya era imposible soportar el hedor llevándolo, por decisión propia, al desalojo. Tantos casos de corrupción no resueltos, pederastias, abusos de poder, etc. Tanta basura que es incontenible que ha hecho que un señor en estado de jubilación, todo sea dicho, se vaya por la puerta de atrás, con sollozos más que de pena de vergüenza ante tanta perversión imposible de acallar. Lamento mucho no tener ninguna nueva teoría, la verdad lamento mucho no tener siquiera una teoría posible o probable ante tan tamaño hecho de renuncia consumada.

No creo que renunciar sea fácil porque en cierta manera es admitir las faltas, que por supuesto aún no sabemos a ciencia cierta cuales son, pero que nos las podemos imaginar. Recordemos que renunciar no está permitido para muchos (si tenemos en cuenta el qué dirán de la gente). Renunciar es vergonzoso porque echa por tierra nuestras teorías más personales: las que tenemos creídas y actuábamos conforme a ellas. Renunciar es avivar el avispero del vituperio, de la burla, de los ensañamientos, del “yo te lo dije”, del reclamo. Renunciar es dejar la veda abierta a ser juzgado y no perdonado.

Ahora es momento de que aquellos que se dan golpes de pecho para pedir perdón puedan disculpar que este señor Ratzinger, de 85 años, se retire en paz, tranquilo, con la cabeza en alto. Dejadlo que se dedique a la huerta, a sembrar patatas en el retiro, a recordar en una mecedora sus épocas de cardenal, los casos de  pedofília: las violaciones y abusos sexuales contra niños y adolescentes cometidos por parte de sacerdotes y obispos. Su controvertida participación en  "Vatileaks" y cuando el IOR, el banco del Vaticano fue centro de irregularidades financieras. Que se siente en el olvido pensando que por alguna vez, sólo por una vez, tuvo la oportunidad de cambiar el rumbo de su Iglesia y no lo hizo, quizás por desidia, quizás por miedo o quizás porque simplemente no lo dejaron. Sea cual fuere el caso ahora me siento mejor. ¿Saben por qué? porque me gusta no ser la única que abandona, porque lo inconcebible para algunos se hizo realidad, porque no logré identificarme con esta casta eclesiástica por más que me lo impusieran, porque todos alguna vez y si lo creemos debemos decir y bien en alto: Hasta aquí, no va más! Ya no!

Bienvenido al club Benedicto!

Lessar.

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miércoles, septiembre 19, 2012

Chismosa por partida doble.


Si mi madre levantara la cabeza al día de hoy no creo que quisiera volver al sitio en donde está, creo más bien que quisiera quedarse a mi lado de "cháchara" como si de colegas se tratase, fumándose ese cigarro que dejara por allá por los noventa y empuñando en su mano una cervecita de las más heladas que hubiera para aplacar su sed. Si mi madre levantara la cabeza se reiría "a tope" con todas las cosas que tengo para contarle y que se vienen sucediendo desde su ausencia. No tomaría en serio nada de lo que le dijera y por el contrario me daría consejos por demás sobre todas las situaciones y sobre todas las personas. Si, ella sabría que decir y que hacer en aquellas situaciones en las que yo me he quedado en blanco. Si mi madre levantara la cabeza se reiría pero sobre todo estaría orgullosa de las tremendas cosas que me han sucedido estos años y de las cuales he salido bien librada, con fortuna.

Me caracteriza una línea de la suerte que espero no se me acabe nunca, mi mano es pequeña pera las líneas que la recorren son largas y profundas, de eso deben de saber videntes y demás personajes que se dedican al mundo de lo oculto. Recuerdo que las manos de mi madre eran iguales... además de venosas y arrugadas como las mías, vaya herencia! Eso, mis líneas de la mano no me dicen que me pasará en el futuro, es cierto, pero cada cosa acontecida en mi vida han sido para llevarse las manos a la cabeza y de abrir los ojos como si se salieran de las órbitas por lo raras e insólitas, únicas y especiales; como especiales son también la gente que me rodea y que las viven tan intensamente como yo.

La fortuna no me abandona o como diría mi madre: tienes un ángel por ahí... Aunque he de confesar que siempre he creído que ese ángel un día decidió no ayudarme más ni aconsejarme ni un poquito siquiera porque se dio por vencido y le resultó poco rentable el trabajo de "consiglieri". Mi madre por el contrario y hasta el final no desistió y pensó que algún día escucharía sus consejos y les daría buen uso para mi personal toma de decisiones y tan mal encaminada no estuvo. Fíjense ustedes ahora es cuando más recuerdo todas las cosas que me dijera en las largas pláticas que entre 14 mil kilómetros de distancia mantuviésemos los últimos 10 años. Al día de hoy no hay día que no pensara en algunas de sus frasecillas o me sentara a pensar hacia mis adentros: Qué hubiera hecho mi madre? o Qué hubiera dicho mi madre? Y hay veces que sin pensarlo siquiera mis respuestas son las de la Coco llegándome a sorprender yo misma. Lo juro.

Si mi madre levantara la cabeza me echaría un par de broncas bien merecidas. Ya, cuando sé que voy a meter la pata, le digo: perdóname esta, no? y acto seguido meto la pata pero bien metida. Pero... qué es la vida sino una serie de decisiones a veces bien tomadas y normalmente mal tomadas? Mi madre sabía que no podía ser de otra forma que complicada, rara, a veces nerviosa, muchas impulsiva. Pero aún así las cosas no me han ido mal, es más  creo que para haber tomado una retahíla de decisiones a la ligera me ha salido todo bastante bien con lo cual... no me creo que sea tan cabeza loca como algunos me quieren hacer creer.

El mundo en el que vivo que no es el mismo que el del resto, menos mal dirían algunos y con razón. El mio tiene de todo lo más raro y exagerado que os podéis imaginar. Excentricidades, gente de aquellas que resultan lejanas, a veces difíciles, tan extrañas como yo. Los lugares a los que voy son especiales que no diferentes. Los sueños de otros son mis realidades. Lo que anhelan otros a mi me importa un pimiento. Mis pensamientos se volatilizan con facilidad y se reemplazan por otros surrealistas. Mis amigos son especiales, los mejores que pude haber encontrado, pero muy especiales. Raros también. Tengo muchos amores y me complace amarlos a todos. Mi trabajo... mi trabajo, cualquiera que haya realizado (os juro que han sido muchos), han sido satisfactorios todos... menos el de limpiar baños de discoteca -ese podría pasar a la categoría de pesadilla!-.Y en todo esto, en cada momento vivido estuvo mi madre, ahora ausente, riéndose conmigo o enfadándose de igual manera. Estuvo jaloneándome de los pelos, reputeándome a saco o muriéndose de la risa.

Sí, si mi madre levantara la cabeza no querría volver a donde está, me repetiría como lo hacía en su momento: Y qué hiciste? Cuéntame! Cuéntame!.. Acto seguido se quedaría pegada al teléfono esperando hasta el último detalle que tuviera que decir, y es que es verdad para chismosa la Coco pero eso sí mucho más yo, y a mucha honra.



jueves, mayo 17, 2012

Lavando mis trapos sucios fuera de casa.

De pequeña nunca aprendí a nadar.
Tamaño problema! Era de preocuparse cuando de pequeña no hacía otra cosa que ir al  Country Club o al Club Grau y no podía meterme a la piscina porque tenía un terror supremo a morir ahogada entre meos y otras sustancias indeterminadas de niños que controlaban con soltura nadar de una calle a otra sin asomo alguno de problema. Yo, que de sumergir la cabeza sabía muy poco, procuraba no moverme de donde mis piececillos tocaran fondo. ¿Y me dirán que no era un problema?,¡Pues claro que lo era! Estamos hablando de Piura, de casi 35 grados de calor en verano y 25 grados en invierno, solución práctica: Quedarse al pie de la piscina, sentada con los pies dentro del agua y punto.

Las bicicletas no fueron hechas para mí.
Ni nada que llevara ruedas. Aún recuerdo los trompazos que me llevé con los patines de cuatro ruedas, los antiguos no los de línea. Recuerdo una vez que me pegué tal golpe en el consultorio de mi papá que los ojos de mi viejo se abrieron de manera desorbitada, acto seguido mi mamá me dio un coscorrón por lo torpe y tonta de mi caída... y es que esa era mi mamá, vamos, el golpe en sí no dolía tanto por la caída sino por el "guantazo" que luego aterrizaría desde la derecha de mi vieja. Yo creo que ahí empezó el problema a todos mis males. Las neuronas se tocaron un poco y de allí en adelante no ha habido forma alguna de frenarlas... si, empezaron a deteriorarse y de muy mala manera.

Cuando tuve la bicicleta, que a todo esto Queta me la compró, yo fui la más feliz, mi madre no, y como no podía pelearse para toda la vida con su hermana mayor terminó aceptando que me la quedara... Sí, una bicicleta azul que sólo podía manejar una vez al mes y como mucho dando la vuelta a la Iglesia San Sebastián. ¿Hello? ¡Cómo osas tener una bici y no usarla! Ya, pero ustedes comprenderán que entre la calle Moquegua,  la calle Cuzco y la Arequipa demasiada zona verde no había, era muerte fija o al menos eso pensaba mi mamá; así que contra todo pronóstico aún teniendo bici no aprendí a manejarla... (Y si, me pasé la infancia dentro de casa divirtiéndome con las barbies y viendo Candy y Lady Oscar, ¿Y qué?)

Nunca fui de viaje con mis amigos.
Lo máximo que hacía era salir de casa y no llegar hasta muy pero que muy tarde, o muy temprano por la mañana como se le quiera decir, pero eso de irme tres días por allí con "amigos" de hormonas alborotadas y altamente peligrosas nunca lo hice. Cierto es de decir que tampoco me llamaba la atención, si tuve que perderme algún día fue con ... y también con ... si... (sonrisas) pero perdidas inocentes todas. 

Yo con amigos no fui nunca a ningún lado, en mi álbum de recuerdos no tengo ninguna foto... para ser sinceros hace mucho tiempo que perdí ese álbum de recuerdos, pero estoy segura dentro de mis memorias que no gocé de la experiencia de estar fuera de casa haciendo maldades en otra ciudad con adolescentes desenfrenados. Segurísima que no! Me he perdido de esa parte, por eso ahora me las estoy cobrando todas.

Mis pechos por más que intenté no crecían, no crecían.
Qué dolor de cabeza! Siempre me aluciné con unos pechos súper grandes, "chicholinezcos", enormes, pero por más ejercicio que hiciera no había forma de hacer que eso aumentara de talla. Hacía flexiones, cruzaba los brazos estilo ruso y empujaba los músculos, que cremas para aumentar, que cremas para ponerlos en su sitio. ¿What? ¿En su sitio? ¡Pero si no tenía pecho! La ropa era la única que podía disimular mi frustración porque después de mucho tiempo, que podría considerar años, y viendo lo que veía de los pechos de mis hermanas era más que probable que yo, me gustase o no, corriese la misma suerte:  Ser nadadora (nada de pecho). Fue algo realmente desastroso sobre todo si a tu alrededor tus amigas y compañeras de clases se prodigan a raudales en mamas que no tienen forma de contener en ninguna talla de sujetador conocido. ¡Joder! ¿Por qué unas tanto y otras tan poco? aún no lo comprendo.

Clases de Charm
No sé cuántas veces fui a clases de Charm. No logro enumerar en mi  memoria las veces que tuve que repetir como loro el número de copas de una mesa, los estilos de servicio, las posturas para señoritas y todas esas lecciones que no sé porqué venían a cuento aprender. "El arte de ser mujer" se llamaba el curso. ¿Alguna también las dió? Luego de salir súper aprendida en todo aquello me convertí en victimaria,  terminé dando las clases como profesora de un instituto de Piura a "pendejas" de dieciséis años que no tenían idea de nada, ni de comer correctamente o dar las gracias como Dios manda en esta nuestra sociedad de reglas de urbanidad. He de confesar que alguna vez me sentí rara por esto, diferente. ¿Rara?  Ufff extremadamente rara resaltaría.

Aún con todo esto:
No me sentí nunca una persona incompleta porque lo que entendí cuando me di cuenta de mis "faltas" es que tenía la oportunidad de aprenderlas durante la aventura de mi vida y así lo hice.

Al día de hoy:
Me inscribí en clases de natación. Después de andar por Assuan llegamos al mar Rojo (Egipto) en dónde hicimos buceo hasta hartarnos, allí descubrí que me gustaba la sensación de libertad que el mar me brindaba, a partir de aquí todo cambió hasta hacer el Rescue Diver en Mallorca con Josué mi instructor de submarinismo. Ahora nado, buceo y me muevo como "pez en el agua" nunca mejor dicho.

Aprendí a montar bicicleta, incluso tuve que trabajar montada en una bicicleta. ¡Quién lo diría! Me gustaría comprarme una pero no tengo espacio suficiente dónde meterla. No se me hizo difícil aunque he de reconocer que aún sigo intentado lo de los patines...mmmm... el scooter vale como patinete? porque ese sí que lo domino.

No he hecho más que ir de viaje con y sin los amigos: capitales, montañas, selvas y retos. Mogollón de experiencias y de risas nos hemos llevado cuando hemos coincidido no sólo viajando sino viviendo juntos por temporadas allí por donde nos haya tocado estar. Seguro no serán las mismas experiencias que las de la adolescencia pero os puedo asegurar que no tienen desperdicio.

Los pechos crecieron... (Sonrisa)
Moraleja: En esta vida todo tiene solución y en cuestión de cirugías estéticas podemos encontrar soluciones muy, pero que muy grandes.

Y finalmente si he de confesarles algo ahora mismo no sé muy bien qué es el Charm en España. ¡Un gran misterio! Yo, en esas aparentemente insulsas clases para señoritas, aprendí muchas cosas que al día de hoy me sirven para no ser una "salvajita" del mundo. Aprendí normas de urbanidad entre ellas, y sino la más importante, a dar las gracias y a tenerlas de recibo. A las respuestas propias del GRACIAS. Aquí existe una ausencia del Por Favor, del Gracias, del Disculpe, etc. Es normal que ni te las den (digo las Gracias) y si tú, con tu educación con o sin Charm, las das acto seguido te responderán YA. ¡Absurdo! ¿Cómo que YA? ¿No se supone que debemos de responder DE NADA? Seguro que habrá quienes se rían de esto pero en el reírse está el menosprecio a la formación. Señores, que no se nos olvide que YA no es una respuesta, YA no significa nada, en todo caso si es algo no es otro que un síntoma de una pésima y lamentable educación que pulula entre nosotros, a vista y paciencia de todos, como lo más normal de lo normal.

GRACIAS.

Chavo: "No hay de que sono más de papa"
Don Ramón: "las que te adornan"


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jueves, mayo 03, 2012

Un mensaje en ninguna botella.

Encendí un cigarro.

Hacía unos días que no encendía un cigarro. Que por qué lo he hecho? Creo que en algún momento de esta tarde-noche que empieza a caer sufrí un pequeño ataque de ansiedad no premeditado. Si, ya sé que en donde estuve fumaba sin parar, sería entonces también porque mientras estaba allí sentía estos momentos absurdos de ansiedad no controlada que me llevaban a  tener algo en las manos. Antes, cuando vivía aquí, a donde he vuelto ahora, cuando afloraban sentimientos incontrolados, algunos intensos otros desconocidos, corría inmediatamente al salón y cogía el ordenador para escribir sin pausa alguna todo lo que a mi mente venía como verborrea incontenible, ese era mi desfogue a tamañas sensaciones. Allá, en donde he dejado mi halo espiritual, no hacía otra cosa que caminar sin parar de un lado al otro del pueblo y sentarme a conversar con cualquiera que me otorgarse una mínima plática que me permitiera olvidar el por qué de la sensación que me ocupaba en ese momento. Como ahora y como en aquel entonces mi corazón empezaba a palpitar de forma tan extraña y desbocada que hacía que cayera en las garras del maldito Malboro. Como antes, ahora, los pensamientos se suceden una y otra vez y no logro controlarlos. 

Confieso, querido amigo, que todo iba bastante bien hasta hoy en que te escribo. Me estaba tomando estos días con mesura y moderación, con absoluto relajo mental, con apaciguamiento; pero no ha sido hasta hoy en que he tenido que abrir mis sobres y cajas más personales, si esas que envíe desde allá con un remitente y un destinatario igual (es decir a mi misma), que no había caído en la cuenta de que estoy muy lejos de donde quería estar y  de donde había puesto el mayor de mis intereses por quedarme. Estaba todo bien! Lo recuerdas? El lugar, el trabajo, los amigos, el mar, el oxígeno, las sonrisas y el sol, ese que no duda en alumbrar como en ningún otro lugar parecido. Había milimetrado cada paso, pensado con tiempo y esmero cada toma de decisiones... y no salió bien. Procuro no llenarme de ira ni mucho menos dejar que la angustia recorra mi cuerpo porque sería aceptar que el sino ha podido conmigo y se ha reído de mi y en mi propia cara.

A alguien escuché decir alguna vez: Si quieres que Dios sonría cuéntale tus planes, y aunque no crea en Dios he de reconocer que aquel dicho es totalmente cierto, que por más que nos empeñemos en hacer hay un algo, que no sé que cojones es, que nos vuelve a una posición en la que no queremos estar y que por más que intentemos huir no hay forma de escapar... escapar del destino, aunque por ahí sigo poniendolo en duda.

Tengo tantos pensamientos en la cabeza que tengo terror a perderme en ellos. Tengo tantos sentimientos encontrados que ya no sé cuales son los correctos o debo dejarme llevar. Mi tesoro personal se ve rebasado, abrumado, repleto por tantas, pero tantas, situaciones no deseadas que me es complicado ubicarme en alguna, aunque quizá la más clara es la que no quiero ver y es que he de deshacer mis pasos para volver a empezar. Si, empezar otra vez, como de costumbre. Confieso que la espalda me duele, y que las piernas empiezan a cansarse y que mi cabeza pide haga un stop mental para seguir funcionando correctamente. Pero, ¿Cómo no agotarse con tanto cambio y exabruptos de último momento? ¿Imposible verdad? He de intentar pues separar el agotamiento de las ganas, descansar los pies de andar para estacionarme, dejar de fumar para... que va! eso nunca, porque sólo de esta manera podré poner las cosas en orden nuevamente a fin de tomar una buena decisión, pero una buena de verdad, ya que a estas alturas no  me valen más intentos fallidos, mejor dicho, mi espíritu esta a punto de hacer un crack importante.

Si, te he mentido, han sido dos los cigarros que me he fumado y el tercero lo tengo entre los dedos mientras te escribo. He debido llamarte, he debido contarte estos pesados pensamientos antes de recurrir al vicio, pero siempre me tachas de que hablo mucho y no quería que tuvieras un argumento más a tu favor para echármelo en cara cuando nos encontremos en un futuro; aunque para serte sincera durante estos días, que me siguen pareciendo eternos, no he sentido la más mínima necesidad de hablar con nadie ni de escucharme ni de encontrarme con nadie. Será porque no quiero que me pregunten el por qué de nada? Yo creo que si, no hay más verdad que esta. No deseo tener que explicar nada, ni me apetece contar batallas que he perdido por decisiones mal tomadas.

Te echo de menos, os echo de menos a todos. Dicen que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde y aunque sé que no os he perdido me siento como tal. Visión negativa por donde se le mire, ya lo sé, y no te rías!

Ya va pasando esta ansiedad, los ojos no se me han nublado, ni la ira ha hecho espacio alguno entre mis sensaciones. Creo, muy a mi pesar, que empiezo a tomarme las desavenencias con deportividad y que en algún momento empezaré a ser yo nuevamente, aunque esta vez, estoy segura, muy segura, que cualquier decisión que he de tomar será con el fin de, por ningún motivo, volver a pasar lo que he pasado estos días. Creo que estoy armando otra vez otra versión de mi misma, un poco diferente a la que fui, y esto porque me resulta cansina ya la actual. Habrá pues que reinventarse para salir nuevamente a las aceras, aquellas que de un tiempo a esta parte me dan miedo pisar, y demostrarle al puñetero destino que conmigo no se juega ni de esta ni de ninguna manera y que soy yo, solamente yo, la que decide; una vez hecho esto he de voltear la página y no volver a mirar atrás. Que te parece?.

Como siempre no te he dejado hablar, pero ya me conoces, perdonarás entonces que no haya preguntado como estás, aunque estoy segura que muy bien, y te imagino diciéndomelo con esa sonrisa tan particular que tienes y que siempre, aún cuando no me lo merecía, has esbozado para mi.

Desde aquí también quería decirte "discúlpame" por no siempre haber estado a la altura de las circunstancias. Prometo la próxima vez dejarte hablar y no dejar que pases malas noches sólo porque aún no esté "clarito".

Qué, bailamos salsa la próxima vez?

Mil gracias.

Una de mis favoritas. Me gusta mucho Aterciopelados pero esta rola la que más de todas.


Y esta porque me recuerda a épocas muy buenas... "y es que tú no estás solo", a qué no?

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jueves, marzo 01, 2012

Sonreir

Qué presión por escribir! Es como si nada desde mis falanges saliera para decir nada desagradable, he caído en la cuenta de que si no estás en una situación "in extremis" que amerite unas líneas no puede salir nada. Qué horror! He descubierto que las líneas de este blog tan personal están llenas de momentos inciertos, agobiantes e incomprendidos y no, no quiero darlo como cierto, no quiero creer que estaba agobiada antes, simplemente quiero creer que tenía muchas cosas que contar que merecían ser contadas y que las otras, esas que no les acerco, son estrictamente personales llenas de otro sentimiento que es ajeno a lo que los demás puedan llegar a entender porque simple y llanamente no están en mi enjuto cuerpo, en mis carnes para ser más exactos.

Estoy fascinada con lo bonito, con lo nuevo, con lo inenarrable. Ahora mismo estoy rodeada por una aureola más bien blanca que dicta cosas buenas, lejos de tonterías y de pocos aciertos. Estoy como dirían los famosos "en el mejor momento de mi vida" (el que ahora me ocupa, mañana no lo sé), estoy sumergida en una ola que remese calma, tranquilidad y bienestar conmigo, con los demás, con los espíritus, con el resto. De qué me sirve? para todo. Para poder respirar, contemplar, analizar, discernir, rectificar, volver y empezar. Hay algo más bueno qué esta sensación? no lo creo. Permítanme pues desde estas líneas aconsejaros un momento de respiro, de retiro diría yo para saber si es correcto lo que hacéis, hacia dónde os llevan las decisiones, para pensar que no todo es tan malo y que las experiencias son aquellas muletas que nos ayudan a seguir por ese camino que un día, a pesar de la ayuda, vimos tan difícil de andar.

A mi, en lo personal, la espalda me duele un montón de situaciones: algunas buenas otras no tan buenas (ojo, que nunca he dicho malas, visión positiva por donde se le mire). He andado "harto" por estos caminos y me he perdido entre la maleza, me he despistado sin quererlo, me he alocado entre tanto cambio, luego, de tanto andar y andar he llegado a la excelente conclusión que para estar como estoy ahora debía de pasar por todo aquello, con sus aciertos y desaciertos, con fortunas e infortunios sino no sería la persona que soy ahora, que me encantaría ser la mejor versión de mí misma, claro, pero... eso solo lo sabré en tanto empiece a andar nuevamente y vea a los que tenga a mi alrededor felices.

Cuán difícil es entonces hacerse mayor cada día, cuán difícil es decidir y dar las decisiones por acertadas. Imposible. No hay forma de saber a ciencia cierta si lo que uno decide es bueno o no hasta que.... hasta que te levantas y dices: Qué tranquilidad! Porque resulta que la felicidad como dirían mi buen amigo Bucay no tiene nada que ver con las experiencias satisfactorias sino con la tranquilidad con la que asumas la vida, ya me llevó tiempo saberlo, varios libros leídos de él y una serie de trompazos que aún me duelen, para ser sincera.

Hoy estoy fascinada, y no me fascinó nada ni nadie en especial. Ni tu, ni él ni aquel ni aquella, me fascinó la sonrisa, la capacidad de sonreír aún cuando todo parecía perdido, oscuro, incierto. No entregándome a ninguna clase de fe, la única que me acompaña es la devoción que ante mi absoluta felicidad creo y recreo cada día. La tranquilidad vino cuando pude despejar los papeles de debajo de mi cama (si esos de los cuales siempre hablé en estas páginas de este blog), pude volver a escuchar El nocturno de Chopin sin ruidos alrededor recordando mi casa en Perú, a mi encantador padre en su consultorio con esa mirada tan tierna y especial como él y solo él sabe tenerla cuando escucha su música clásica mientras trabaja. Encontré la tranquilidad cuando supe que los míos, familia y amigos vivían la vida que querían y eran felices aún cuando yo no entendía el CÓMO. La tranquilidad radicaba en sentirse a gusto frente a lo que estaba en mis manos hacer y que hice de la mejor forma que sabía.

Entonces descubrí que mi sonrisa era más grande todavía. Pequeña anécdota: Hace tres semanas estuve con mi cirujano maxilofacial por un problema de meniscos y demás cosas que no pienso contar porque resultarían agobiantes, el caso es que estuve con el Dr. Cruz y me dijo a secas: Tú tienes un problema en la oclusión de tus mandíbulas porque hubo un día que te reíste tanto, pero tanto, que te generó un desperfecto (esto es pura verdad). Yo me pregunté: ser feliz te puede hacer daño? pues visto lo visto parece que si. Entonces recordé que antes me reía, efectivamente, muchísimo más que ahora y que el dolor había decrecido porque ya no había tenído la oportunidad de volverlo hacer como antes... lo que me llevo a una buena conclusión: SI tuve días magníficos, claro que si, en los cuales la sonrisa se me desencajó de tanto ser feliz y de tanto reir! Qué bueno! Qué extraordinariamente bueno! porque hay quienes jamás podrán reir como yo, tanto, tanto, que tengan problemas ahora para dormir, comer y... volver a reír.

Ahora en que me encuentro en tratamiento para volver a sonreír os digo: partirse el "lomo" en disfrutar cada momento, cada día, no descuidéis lo bueno, lo positivo, aquello que os hace brincar de ilusión y de alegría, hasta que se os desencaje la mandíbula porque si es así más vale perder la sonrisa, como yo, con algo que ha merecido la pena que agenciarse arrugas en la faz por tonterías y medias que se han procurado por no saber lo que es la felicidad.

Hasta mañana,

Les.

Y os dejo con el Nocturno de Chopin que es de los que más me gusta sobre la faz de la tierra.

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miércoles, enero 18, 2012

Pienso


Hoy Yurani me ha preguntado cómo haces para estar contenta siempre.

Hoy Yurani me ha preguntado  cómo haces para estar contenta siempre.

Hoy, frente a ella, he cerrado mis ojos. 

Pienso.

Respiro.

Hoy Yurani me ha preguntado cómo haces para estar contenta siempre.

Hoy Yurani ha tocado una fibra sensible.

Pienso.

Respiro.

Sonrío.

Hoy he recibido una noticia despreciable, hiriente. Hoy me han hecho daño, y me pregunta cómo hago para estar contenta siempre. Ella no sabe que hoy me han lastimado, que sentía que moría por dentro y que no permití, pasase lo que pasase en el intento, desfallecer en lágrimas por quien no merece la pena.

Pausa.

Respiro.

Hoy y cada día me levanto asegurándome que será un día perfecto. Sonrío en el espejo, me miro, hago muecas y recuerdo a los que quiero. Si por una casualidad un pensamiento negativo acudiese a mi cabeza sin llamada, corto y cambio, cambio a por otro pensamiento positivo, risas. Alegrías.

Hoy he recibido una mala noticia, mi estómago no lo soporta, mi corazón se agita, mi espíritu sufre, se revuelve en los recuerdos, el pasado detestable, insoportable a veces… Hoy se me ha agitado el alma pero solo un tiempo, el prudencial, el legal, el de desfogue, el del ritual, el del duelo, el solemne, el acordado entre mi cabeza y mis sentimientos.

Hoy Yurani me ha preguntado cómo haces para estar contenta siempre.

Risas.

Pausa.

Pienso.

Imaginación. Me respondo: Mi alma está contenta. ¿Lo ves?  ¿Lo estás sintiendo? Yo lo siento.

La alegría no nace de momentos, de placeres cortos,  ni es el resultado de un cúmulo de situaciones buenas, ni radica en el logros de grandes hazañas ni siquiera las memorables porque quizá la hazaña más importante aunque nosotros lo desconozcamos por este nombre esté en el esfuerzo de despertarse y no tirarse por la ventana del quinto piso, porque la salida más fácil es la de desaparecer de todo tipo de panorama pero no, seguimos, continuamos, confiamos nuevamente, creemos en la gente aún cuando nos fallen, nos mientan, nos calumnien, desaparezcan, no nos ayuden, nos rechacen, nos ignoren; buscamos alimentarnos de las ganas de sentir sensaciones aunque cada uno cargue con su propia lucha interna y el desánimo se haga presente y no haga más que agitarse en señal de presencia y reclamo de socorro.

Pienso.

Respiro.

Hoy me han lastimado: el cuerpo pero no el alma, esa es la que ríe, la que se enfrenta, la que no se suicida, la que muestra los dientes, esboza sonrisas y te transmite energía aunque los ojos se hayan enjugado las últimas lágrimas que el hecho se merece.

Hoy Yurani me ha preguntado cómo haces para estar contenta siempre.

Pausa.

Respiro.

Respiro.

Respiro.

Pienso.

Imagino.

Sonrío

Y te regalo!

Y te regalo!

Y te regalo!

Y te regalo, MI SONRISA!

Yurani... será porque nada es tan terrible, respondo.

Lessar.

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miércoles, diciembre 28, 2011

Mi maleta

Tengo una maleta casi deshecha desde hace dos meses en medio de mi habitación, mitad llena, mitad vacía, aunque como soy o intento ser optimista he de deciros que la veo más repleta que sin ropas. Ropas que tampoco usé, que las llevé conmigo con la intención de colgarlas en un perchero que nunca compré allí en Mallorca, en ese pueblo de la Colonia que siempre enternecen las líneas de este diario personal. Una maleta sin deshacer por flojera, pereza, y una poca intención por hacer cosas productivas. No me da la gana de perecer como una ama de casa entregada en la batalla por aguantar las vigas de un piso que veo caer encima mío a la llegada del otoño traicionero y ni qué decir de este invierno asqueroso. Para eso viene Yurani, la colombiana, para obligarme a mirar cada viernes que no he hecho los deberes de la semana y que aún sigue allí mi maleta pillando polvo y desarmando la armonía de mi habitación de juegos y meditación.

Mientras cada día se me complica el levantar este cuerpo latino para hacer nada productivo van pasando cosas y sucediendo historias que me confirman, una vez más, que el pasado era más interesante que el presente que vivimos, aunque he de decir que mi presente durante este 2011 que está a punto de terminar ha sido sensacional. Me parece que lo viejo era más divertido o al menos hablaba de cosas menos negativas (ojo, en ningún momento he dicho positivas): No había crisis, todos teníamos trabajo y los jóvenes no eran ningún tipo de kamikaze social con extraña y/o dudosa filosofía religiosa haciéndose explotar entre multitudes que pregan a Dios. Hoy en día mi TV, esa que dejo encencida en mute, se regocija en arrojarme imágenes escalofriantes de un mundo que es aburridísimo, cruel y con el que poco tengo que ver y poco me interesa ya, afortunadamente. Os juro que pongo de mi parte para enterarme de lo que pasa o de participar activamente en conversaciones que son noticia del día, pero este sentimiento mío que cada vez más va adoptando personalidad opta por taparse los oídos y cerrarse en banda con una negativa brutal a enterarse de aquello que no le interesa y punto.

Este año no he participado con el mundo en nada, lo admito. He preferido, como desde hace unos años a esta parte, disfrutar de los placeres de la vida y dejarme ser juzgada por hacerlo sin poner objección alguna cuando me lo han echado en cara. He disfrutado del sol, las fiestas, los amigos, las tardes a solas, las noches en compañía, las mañanas de trabajo. He reído por convicción, vamos, porque me he procurado esas risas no porque haya esperado que alguien bufonease para mi. He dejado mi tiempo en cosas anodinas para otros pero importantes para mi. He regalado mi corazón envuelto en papel de regalo aunque a cambio haya recibido la peor de las traiciones o el mayor de los desintereses. Mi cabeza, esa, la he reservado para aguantar mis propias penas y pensar y pensar en cuestiones que no tienen solución con lo cual el tiempo invertido en ello me ha servido para darme cuenta que efectivamente aquel o aquella serán siempre unos mentirosos, y que lo peor lo han de cargar aquellos que no saben vivir fuera de la infamia y la maldad, la farsa y la mentira.

De todas las noticias de este 2011 son dos las que más me ha impactado. Como primera y más importante: La hambruna del Africa. ¿Saben por qué? porque esta ya no es una noticia, es un hecho recurrente que tiene decenas de años y con la que se hace poco o nada por cambiar. Si quieren saber cuál es la noticia que más se repite año tras año es esta: la miseria en la que se ve hundida el continente africano; la segunda noticia que también me impactó porque se veía venir, sin lugar a dudas, fue la noticia sobre la muerte de Amy Winehouse. Acaso no era obvio que esa chica terminaría así? eso no era una noticia, en todo caso un vaticinio hecho realidad, una obviedad de las más claras. Yo creo que ese sumario de noticia lo tenían ya todas las televisoras preparado desde que la chica acaparace portadas y telediarios y no precisamente por su música sino por sus desfaces exagerados. Como yo, ella también vivió el año intensamente, desde luego, menos mal que hay finales y finales.

Este 2011 un poco de lo de siempre ¿No les parece?: Catástrofes naturales, tsunami en Japón, crisis nuclear, alerta seis, Fukuyama. Los indignados, esos que se sentaron en las plazas con un discurso que aún no me he enterado bien mientras muchos como yo tomábamos el sol en las playas desentendidos de todo. El mundo árabe se ha desplomado, los gobiernos empezando por el sirio perdieron a sus gobernantes, esos militares que se habían sentado en el trono del poder haciéndolo suyo por décadas. Mientras tanto las mujeres toman las calles y ya no quieren ir con burkas, déjandose oír por occidente en reclamo de una sociedad más justa (que les permita pasearse por las aceras universitarias, proclamar su voto y caminar en topless por alguna playa de Hurgada o Sharm el Sheik, aunque para eso pasará otro siglo más seguro). Anders Behring nos dejó helados, repartió pólvora allí por donde pasó y conmocionó al mundo entero con sus escalofríantes historias y los cadáveres que dejó por doquier en aquella Noruega en la que por primera vez se hacía eco de un hecho tan lamentable como este. Bin Laden murió, me enteré por el Facebook porque ya saben que las noticias ahora antes que en la TV están en esta arma de destrucción masiva de esta llamada Red Social. Murió Bin Laden y todos lo celebramos. De cuando acá la gente festeja la muerte de otro? eso solo pasa si se trata de Osama, no hay nada de qué hablar. Los principes se casaron: Guillermo y Alberto, a tacharlos de la lista! pero chicas no desesperen que aún nos queda Enrique y encima a este le va la juerga a saco! Brazil tiene presidenta, mujeres al poder, y Cristina Fernández de Kirchner volvió a sorprendernos con un segundo mandato. Mientras tanto en Guatemala y en Perú dos ex militares toman el mando; y por España el PP enseña al PSOE que la crisis hace mella en los resultados electorales convirtiéndose en un fuerte detonante colectivo. En fin, que  para no estar interesada en estos asuntos, ya me he enterado de algo. Así no decepciono a mis más allegados que me tildan de insensible y pusilánime social.

Para mi este 2011 ha estado bien: Tuve un cumpleaños fabuloso en el que reunidos celebramos la amistad durante tres días. Lo recordáis? Disfruté con mi familia en un viaje fantástico que se quedará por siempre en el baúl de mis recuerdos más hermosos.  Heidy, César, nos internamos en la selva peruana y nos mojamos y pasamos calor del malo!!! Mal de alturas, noches de excesos en Cuzco, bailamos samba a luz de las velas  y a orillas del río Alto Madre de Dios, impresionante. Subimos los Highlands y caminamos por aquellos parajes escoceses: Ben An, Ben Nevis, Quiraing. Anduve sola aquel Camino de Santiago y conocí lo que es la voluntad, el esfuerzo, el darlo todo. A la cima más alta de la Península Ibérica llegamos, el Mulacén. Trabajamos, nos divertimos, soñamos, y nos reímos como siempre, conocí mejor a mis amigos y descubrí que hay quienes no quiero tener cerca de mi, que no me nutren ni me respetan, que no me interesan como personas. Labré hermosas amistades, conocí a las personillas más enternecedoras de mi vida (Jack y Niki) que me la hicieron más especial si cabe. Experimenté la soledad y lo especialmente abrumadora que puede ser la amistad. Algunas cosas no salieron, pero eso, algunas, no dependieron de mi, y este discurso me queda de consuelo; yo creo que hice lo que tenía que hacer, y no he guardado nada para después ni una palabra, ni un abrazo, nada. Muchas cosas increíbles me sucedieron, algunas no puedo contar y otras no puedo plasmar en letras porque para contarlas y detallarlas solo he de hacerlo, o resultaría mejor, con una copa bien puesta entre amigos en Es Punt. 

Sin lugar a dudas este 2011 ha sido fantástico, aunque mejor aún será el 2012; pero antes de empezar siquiera a imaginar qué haré en los siguientes 365 días mejor termino de deshacer la maleta, organizar mis historias personales, y darle carpetazo a lo pendiente, a lo que aún flota en la nebulosa de las decisiones.

Feliz Año Nuevo a todos y Feliz Noche Vieja España!

martes, noviembre 15, 2011

Si, los últimos siempre serán los primeros

Y los irreverentes y desagradables también.

Está claro: en esta sociedad (la actual) se premia la mala actitud antes que el trabajo y el compromiso. Visto este panorama qué nos falta por ver, vivir y entender, que por más esfuerzo que se haga otros llegarán antes a la meta, ya sea porque van aventajando a trompicones, porque está de moda premiar lo impremiable o porque hay quienes tienen la mano "amiga" (esta es la de siempre) esa que hace que consigan un trabajo sin haber superado siquiera el quinto de secundaria o, en su defecto, terminado la carrera.

Si tienes descaro y una verborrea importante entra a político, total, a esos no se les pide idiomas ni títulos universitarios ni doctorados ni masteres ninguno. Ejemplo de ellos nuestros políticos españoles que ganan bien y son incapaces de conjugar el verbo to be. ¡Madredelamorhermoso! Me gustaría que nuestros candidatos presidenciales me respondieran qué es necesario para llegar a postularse como presidente del país (qué bien suena: Señor presidente!) porque desde luego a mi para ganar 1100 euros al mes me piden carrera universitaria, master y al menos dos idiomas (castellano, inglés por supuesto. Un tercero mejor) y ojo si no sabes el idioma local (gallego, catalán, euskera) estas perdido, ya mejor ni te presentes al proceso de selección. Me pregunto: Rubalcaba, Rajoy, Zapatero y toda esta gente que se llenan los bolsillos también hablan 3 o 4 idiomas como muchos de mis amigos? Tienen másteres, doctorados, dos carreras universitarias como gente que yo conozco y es mileurista? Es mas que seguro que no. Al menos por aquí ya conocemos de alguno que en petit comite ha dicho que era nefasto para los estudios y que por eso entró en la política.

Hemos quedado entonces que para ser político has de carecer de todo menos... de tu capacidad de relaciones públicas, esa no la podemos descuidar, no ha de faltar el poder de convocatoria, carisma y una sonrisa de esas que generan confianza, estas son las actitudes para pasar a formar parte de los más asalariados del momento. Pero ojo, no podemos olvidarnos que otro tipo de espécimen va detrás de estos políticos pisándole los talones y con ganas de quedarse con todo el pastel salarial, estos son , nada más y nada menos, los tertulianos vocingleros de programas de televisión de baja calidad ubicados en hora punta, alborotadores de mercado barato, cotilleros de vidas ajenas que suelen beneficiarse tremendosamente hablando, inventado sobre vidas que no son suyas o revolviendo en la mierda historias que a nadie le interesan o que, entre gente "normal", no tendrían que tener cabida, al menos.

Y es que en este país se premia la ignorancia y la maldad, la prepotencia y el descaro; solo hay que encender la televisión y observar quienes están en la palestra como pseudo periodistas llevándoselo todo: impresentables que no han tenido la decencia de pisar una biblioteca en su vida y, sin embargo, son los primeros que tienen puestos de trabajo que se merecen otros, que por cierto no es mi caso, por si las dudas.

Parece ser que el termino "esfuerzo" igual "recompesa" no viene unido de la mano. Si se observa mientras más chabacano, escandaloso se sea  aporta más ingresos a la economía personal que estudiar o llenarse de títulos de másters o idiomas varios. Si sabes gritar apúntate a la tele que seguro no te faltará el trabajo, ya no digo los amigos porque esos viene rodados en cuanto la situación económica es buena y ya no quiero decir excelente para ese momento eres el más guapo, inteligente y listo de todos.

Se premia la tontería mas que el trabajo serio. Los tontos que ahora se asoman como ejemplo de nada tienen cobertura, cabida en la prensa, en los espacios publicitarios, en las conversaciones de a diario., en los trabajos comunes y silvestres. Pareciera que hay que ser tonto o al menos simularlo para ser aceptado por cierto tipo de círculos que necesitan pocos pensadores y más monigotes y seguidores de cualquier cosa. Estoy cansada de ver que gente necia y desequilibrada tenga cargos de responsabilidad y lleven personas sin tener la más mínima idea de gestión de equipos, que van por ahí vanagloriándose y jactándose de las estupideces que se mandan y continúen impunes mientras otros se dejan el lomo sin tener la más mínima oportunidad de ascender dentro del organigrama empresarial. No hay derecho, no, no lo hay. Y estos, estos son los que más abundan. ¡Sí señor!

Ahora no hace falta estudiar nada para ganar dinero, si se hace sería solo por satisfacción personal ya que el camino estará repleto de advenedizos, mientras el resto estamos en el cuarto ciclo con prensa dos creyéndonos que saldremos directos a un puesto en el mercado. No sé a cuántos les ocurrió que terminaron la carrera y fueron directos a trabajar, desde luego ese no fue mi caso y mira que lo intenté,  por eso me dediqué a otros menesteres más sueltos, más urbanos engulléndome las ristras de separatas y conceptos aprendidos en el Opus, que al final no me han servido de nada. Oh, perdón si, para dejar bien en claro en conversaciones puntilleras que yo no era ninguna ignorante venida a menos en esta "Europa", que había pisado acera universitaria. Aunque ha decir verdad haciendo las cuentas de lo invertido en todos mis estudios creo que salí perdiendo. ¡Encima con una deuda de 20 años! Eso si lo que aprendí en la universidad me ha servido para sentirme satisfecha en no haber desperdiciado mi tiempo en otros menesteres como...  en hacer dinero trabajando, por ejemplo. De haberlo sabido!

Ahora recuerdo cuando mi amigo Luis me dijera en una conversación en Lima hace algunos años: Si, Les, el que estudia triunfa... y el que no, gana dinero! Tenía la boca infectada de razón. Ahora en que los tiempos se ponen tan duros con qué autoridad se le exige a un joven que vaya a la universidad, pague un master (que por cierto cada vez son más caros), invierta lo que tiene, dedique horas de su tiempo, si a las finales no va a conseguir un trabajo y ya ni digo algo relacionado a los estudios, simplemente un trabajo cualquiera. Para mí resulta difícil salir adelante teniendo papeles en regla, carrera universitaria, máster y tres idiomas imagino para los demás será tan difícil o seguramente más, aunque.... ,y con esto me quedo, a lo mejor la vida ésta  que nos ha tocado sin oportunidades de ningún tipo no es de los inteligentes, intelectuales, sabelotos de biblioteca, estudiosos de carreras universitaria, de aquellos que se esfuerzan en aprobar el año sin sacar un suspenso alguno sino, y simplemente, de los más listos y punto.

Que cada uno saque su propia conclusión, lo que es a mí me faltó ser lista!

Les

Que buena rola, para todos aquellos que queremos tocar la guitarra todo el día... al menos en el metro de Madrid a ver si así por lo menos nos caen unos euros!

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miércoles, julio 06, 2011

A casi un año.

Te escribo estas líneas porque en mucho tiempo, con sus horas, minutos y noches enteras, durante este casi año que ha pasado he necesitado de tus palabras como soporte del alma, del espíritu. Este espíritu que se siente pequeño cuando denota tu ausencia y, a su vez, dejó de escuchar el murmullo de tus risas y el eco de tu canto aquella mañana de julio en que te tocó partir.

Desde aquel día las noches se han convertido como pesadas torres que hay que cargar por compromiso y responsabilidad. Y digo las noches porque eran esas en las que me disponía a contarte mis historias más personales para divertirnos tu y yo, rompiendo tus tardes de sueño y siesta para ganarme un consejo de tu parte o simplemente una salida jocosa, de esas que tu solo sabías expresar.

¿Que cómo me ha ido sin ti?

No tengo palabras. Aún creo que me falta trabajar la ausencia y entender la ruptura. Pasar ya el duelo y dejar a un lado aquella tristeza de no tenerte y que hace que te nombre en una conversación tantas veces que no podría siquiera llegar a contar; porque sigues muy presente en mis pensamiento. Porque aún con el tiempo hago oído a cada cosa que antes de irte me dijiste. Porque ahora, que ya no estás, me he convencido que eras inmensamente sabia e inmensamente buena aunque esto último ya lo vimos reflejado en las lágrimas de tantas personas, cientos, el día que te despedimos en la casa y luego en el Metropolitano

Este año ha sido extraño, no me parecería raro que hayas intervenido en la mitad de las cosas que me han sucedido. Por lo tanto te doy las gracias porque si es así lo estás haciendo fenomenal. Me has regalado un poco de fuerza para tomar decisiones que ya debía dejar en el pasado. Has colocado en mi camino gente buena. Has logrado que me ilusione y me has agarrado fuerte cuando pensé caer en la pena y la tristeza, esas pendejas que alguna vez han intentado cruzar el umbral de mi puerta acompañadas de la soledad y la ausencia de paz; pero a las que nosotras dos les hemos dicho que no y éstas han tenido que regresar por allí por donde vinieron no llevándose absolutamente nada de  mi, menos mal.

No imaginas lo bien que me hiciste acompañándome con tu espíritu y recuerdo en el Camino de Santiago, ese que anduvimos y terminamos el día de tu cumpleaños como un homenaje muy personal de tu hija a la figura de una madre espectacular como lo fuiste tú. Gracias por guiar mis pasos y darme la fuerza necesaria para andar aún cuando todo pintaba verdaderamente jodido e imposible.

Ahorraré los detalles de describirte cómo ha sido mi vida este año porque sé madre que los conoces mejor que yo; porque recuerdo cuando me dijiste en aquel sueño del 22 de agosto de 2010 que no me preocupara porque siempre estarías conmigo y luego te echaste a reir con esa risa que te hacía tan bellamente particular. Desde ese día no volví a saber de ti y creo saber el porqué, porque nos despedimos completamente en paz una de la otra. Luego, y muy a menudo, recuerdo la frase de César, nuestro amigo, que me repitiera cuando partiste: Tu madre dice que se va tranquila por ti, porque tu eres fuerte, porque eres como ella. No imaginas madre las veces que como eco de ángeles estas palabras recurren a  mi sesera brindándome esa energía que en días grises, noches de soledad necesito para no caer ni sentirme triste. 

En este año sigo ahí, esperando las fuerzas necesarias para hacer de tus ropas algo que aún no sé que es. Si, aún guardo ese vestido al que me aferré con fuerzas el día que partiste, no lo he podido lavar, lo miro, tiene tu olor; y soy incapaz de desprenderme de él porque sería como desprenderme de tu recuerdo con una absoluta practicidad, y no quiero.

Cuando hablé con Luis, mi hermano, por su cumpleaños, ambos llegamos a la conclusión de que aún habiendo pasado todo este tiempo ahora es cuanto más te echamos de menos; suena extraño pero es verdad. Será que los primeros meses estuvimos en shock y no nos creíamos lo que nos había sucedido. Recuerdo que me enojé con el mundo, con todos, con todos aquellos que continuaron con su vida así nada más cuando yo estaba pasando por la más triste de las tristezas. Recuerdo que sentí mucho dolor al ver que el mundo seguía sin tí y que a partir de aquel entonces solo te convertías en un recuerdo. Aún lo recuerdo y escribiendo hace que se me revuelva el cuerpo nuevamente; a lo que tu responderías con gran simpleza: Mándalos a la mierda! jajajajaja. ¡Cómo no te voy a extrañar! así como lo ves procuro siempre hacer memoria de tus consejos, de tus refranes y dichos varios para orientarme en mi toma de decisiones personales.

Espero estas líneas lleguen hasta donde tu estás. Deseo con todas las fuerzas de mi corazón que allí tengas mucha paz, mucha tranquilidad, estés rodeada de coros de alegría aunque siempre será poco mamita si lo tenemos que comparar con todo lo que nos diste a mi, a mis hermanos, padre, familia y amigos mientras estuviste con nosotros.

Te extraño muchísimo Coquito, deseo sigas en mi camino siempre y gracias, eternas gracias por la ayuda que siempre, en cualquier lugar, en cualquier momento como susurro de viento, me das. 

Te quiero,

Leslie

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martes, junio 07, 2011

Actitud positiva vs Pasotismo no radical.

Me alegra saber que las cuestiones se resuelven sin mediar participación alguna en ellas. A veces, no muy a menudo, me entristece ser de las que pasa de todo y no le importa lo demás. Trato, lo prometo, de inmiscuir mi interés en asuntos que atienden a la gente, a la actualidad, a la política, a todos, pero llegados a un punto, que resulta ser siempre un punto muy rápido, mi desinterés gana partido y se apodera de mi estado de ánimo ocupándolo todo.

Claro, pienso, es que hay quienes tienen más tiempo libre para meditar sobre cosas que yo ni siquiera me permito reflexionar, quizá porque sé de antemano que estos mismos asuntos cuando cumplen su periodo de vida y de existencia empiezan a degenerarse. No es que yo lo haya visto desde antes, creo que todos sabemos con antelación lo que va a pasar, sino que creo ser de los que como sé cómo va a terminar no me molesto por empezar. Y cuando hablo de situaciones me refiero a la política, a las masas, a la toma de las plazas, a los de izquierda y a los de derechas, a los países que optan por  radicalismo como el mío y a una serie de menesteres que no han hecho más que cubrir los telediarios esos que me veo yo cada día a la misma hora y religiosamente.

No sé si es porque hay muchos que se creen que porque leen dos noticias se han enterado de lo que pasa en el mundo. Yo aún viendo alrededor de cinco noticieros al día (ya saben que me encantan las desgracias, ah! y porque me sobra el tiempo) no logro entender demasiadas cosas de los asuntos que interesan al mundo de hoy. Cuando os digo que veo cinco noticieros no miento, y menos mal que he dicho siempre que ¡Odio la política! pues aún así me como hasta los desayunos de la Primera, de estos noticieros españoles que son lo más vulgar que he visto en mi vida, y mira que he tenido la suerte de vivir en muchos países y conocer de alguna manera la televisión informativa de los mismos. Aquí en España es descarado ver cómo se vende un canal de televisión a un partido político o a un gobierno de turno. No quiero decir que en otros países no ocurra sino que siento haber creído que en Europa las cosas eran diferentes del Macondo en el  que yo nací. Y con los diarios casi sucede lo mismo, y digo casi porque afortunadamente existe el MARCA (deportivo) que es el de mayor tirada nacional y con el que me mantengo informada de lo mucho que pierde el Real Madrid, muy a mi pesar.

Ya sé entonces el por qué de mi pasotismo con respecto a "todo" sobre todo cuando ese "todo" es sobre cuestiones políticas. Me tienen cansada de siempre lo mismo, de lo repetitivo, del sin sentido muchas veces. Un sin sentido que acompaña a muchas, no a todas, de las aclamaciones sociales que vemos ahora sucumbir ante el olvido y degenerarse de manera progresiva. Criticar esta bien, levantar la voz también es lo correcto, eternizarse con el mismo discurso sin sacar nada en concreto es convertirte en político, lo que muchos de ellos, y hablo por los acampados, no querían ni siquiera escuchar hablar.

Me interesa lo que la gente tenga que decir, lo que la gente tenga que comunicar, por supuesto, pero me aburren los discursos repetitivos, ver demasiada gente y a nadie en particular, seguro porque en mi país siempre hemos votado a una cara más no a una ideología política. Tengo ese efecto peruanísimo de ponerle cara a la voz que me está tratando de convencer de algo, cuando hablan muchos el discurso flojea, se pierde. La dialéctica me gusta más de Tu a Tu, no de Tu con cientos. Por eso mi pasotismo porque me aburre, me parece más de lo mismo.

Soy apasionada de que la gente cuelgue fotos y se interese por lo que pasa en las calles y se twittee (espero exista este verbo) sobre los acontecimientos a los que los demás no tenemos forma de llegar. Ahora bien, lo que me jode es que yo me haya quemado las pestañas cinco años de carrera universitaria, mis padres pagado un buen de dinero, para que cualquiera pueda ejercerla de periodista. Esto sí que me toca la moral. Porque informar lo podemos hacer todos pero la particularidad de la objetividad creo que muchos lo hemos aprendido pencando prensa uno, prensa dos, y con infumables trabajos de redacción y argumentación con algunos también infumables profesores universitarios. Una objetividad que obviamente brilla por su ausencia en cuanto colgamos tal o cual foto, que a veces no sabemos de dónde proviene, si es real y no trucada pero que para nosotros son el sello de la fiabilidad andante y que encima no sólo creyéndonoslas (las fotografías, digo)  las compartimos tratando de crear una respuesta en otros.Yo con estas formas no comulgo ni comulgaré, espero. Y claro pienso luego, es normal, todos nos la damos de sabiondos, conocedores y políticos en potencia. Nos estamos argentinizando diría yo, aunque para ello nos faltaría creernos también entrenadores de fútbol.

Me considero una periodista y profesional (así lo dice mi papelito universitario) positiva, que se preocupa en primera instancia por entender el panorama social, por saber, por leer, por informarse para poder posteriormente comunicar; que se ve los telediarios de la uno, Antena 3, Telecinco, la Sexta, la Cuatro y que tiene la tele encendida en el canal 24 horas TODO EL DÍA porque me gusta saber dónde estoy y que se cuece por allí. Lo que me aterra es la falta de objetividad, que nos convirtamos en seguidores de cualquiera que muestra un discurso que nos suena bien pero que no sabemos realmente lo que significa, que no nos hayamos enterado ni de la mitad de las cosas y ya estemos opinando a diestra y siniestra. Y que catalogemos a los demás porque simplemente no concuerdan con nosotros sobre nuestras opiniones. 

He sido una mera espectadora de las elecciones políticas de mi país. Lanzo una pregunta al aire  ¿Alguien en verdad puso en duda que no pasaría lo que pasó en Perú, siendo sinceros, alguien se creyó que ganaría la señora Fujimori? Y esto lo escribo para mis amigos peruanos y algún que otro español que tiene algún pariente peruano porque los demás ni saben que han habido elecciones catastróficas en mi país. Aquí se habla de la acampada en Sol, de lo mucho que las ha jodido Zapatero, del terror porque gobierne el PP... Ah! y de los pepinos!

Seguiré por lo tanto siendo una espectadora y una pasotista como las cosas sigan siendo así. Yo no le veo la solución a Perú, no aprende, no existe la memoria colectiva pero si la memoria del resentimiento entre unos y otros, entre los blancos y cholos, los pobres y los ricos, de eso es lo único de lo que se habla. Creo que los representantes de un país son el reflejo del pueblo porque son elegidos por el pueblo, por la democracia, esa que dicen muchos aquí en España que no existe (A ver si me van a decir que en los sesentas se vivía mejor). Aquí apelamos a convertirnos en Islandia, un país con 300 mil habitantes... frente a los casi 46 millones de españoles, parece que aquí puede resultar un poco más complicado ¿No lo creen?. En Perú esperan que gane una ultra derecha cuando el nivel de pobreza es del 31 por cierto de la población, y los que están en esa absurda y casi inexistente clase media son más bien "pobres" pero con tarjeta Ripley.

No lo sé amigos, yo me decanto por seguir siendo pues una pasota (que pasa de todo), seguiré viendo los telediarios como de costumbre, leyendo la prensa en Internet y confiar ciegamente en el Marca ; y de vez en cuando, como cosa rara, levantaré al duende que queda oculto en mí, cargado de positivismo, para escribir notas como esta.

Les


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